Según Beatriz Cortázar, en la boda de Manzanares se desató la guerra.
Por parejas, las batallas fueron Javier Conde versus Estrella Morente, Pepín Liria, de parte de Espartaco, con Fran Rivera, que aún tuvo tiempo de aclarar algún lío con Herrera, Carlos, por mor de Mariló.
Si lo se me apunto, que diversión.
Así lo cuenta la Cortázar en el ABC de casa de mis padres.
Si a José María Manzanares le avisan de que en su boda se va a hablar más de las broncas que de lo bien que resultó todo, no me extrañaría que en lugar de invitar a seiscientos amigos hubiera optado por hacer un enlace privado y dejarse de más historias. Para el torero fue el día más feliz de su vida. No en vano se casaba con la que es su novia desde hace más de doce años, Rocío Escalona, una guapísima alicantina que parece un calco de Belén Rueda pero con la piel más lustrosa. Fue lo que se dice una boda tradicional y de final feliz. El enlace religioso se hizo sin exclusivas ni mercadeos, con todos los seguidores del diestro felicitándole en la puerta y con los medios como testigos de la unión. La novia llegó radiante del brazo de su padre (un cirujano plástico muy conocido) y con un diseño de lo más romántico firmado por Manuel Mota para Pronovias.En la puerta del templo la esperaba Manzanares con su chaqué de Zegna y del brazo de su madre. Juntos vivieron emocionados el Sacramento que tuvo uno de sus momentos más emotivos cuando el cantante Manuel Lombo interpretó la Salve rociera. Tras la ceremonia hubo banquete en el hotel Asia de Benidorm con aperitivos japoneses y todo tipo de arroces, amén de la famosa gamba roja de la zona. Actuaron Los Alpresa y la nueva apuesta de Alejandro Sanz y Pepe Barroso, Ilía, y se cortó la tarta nupcial con el sable de rigor. Y hasta ahí lo normal. El resto de la historia resulta mucho más turbio o truculento ante la cantidad de broncas o discusiones que se vieron por los corrillos, algunas confirmadas otras desmentidas, pero con suficientes ingredientes como para hacer caso a cuantos hablan y no paran. La bronca Conde-Morente De todo lo que se ha dicho lo más fuerte fue la bronca que mantuvieron la cantante Estrella Morente y el torero Javier Conde en la habitación del hotel. Según ha confesado el diestro (obligado por las circunstancias tras saltar el escándalo en «Sálvame») fue al regresar a la habitación donde le esperaba su mujer cuando mantuvieron una agria discusión.
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