Detalles de una tarde de últimos de verano en la Maestranza.
Sospecho que doña Concha colgará su crónica de un momento a otro, o no, yo me limito a cuatro notas al relance de lo visto esta tarde en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
La novillada de correcta presentación, descastada, pero ¡vaya pitones que lucían los guapos, eran auténticas hoces!
Hay que empeñarse con los quebrados para aforar la entrada de esta novillada fuera de abono, mucho franchute en los tendidos, algún madrileño y buenos aficionados. ¿1/3, 2/7, 3/10? Poca gente en todo caso. ¿No hay forma de poner algún novillero de tierras más cercanas y que tengan ambientes pos estos pagos?
Sobre los chavales, me sigue pareciendo que muchos de estas jovenes promesas se manejan como si tuvieran cortijos. Menos los dos primeros novillos, el primero como sobrero, que tuvieron un extraño conportamiento, el resto no hizo por comerse a nadie, anque el tercero se echo a los lomos a Frederik Leal, al que le dio un puntazo
Sólo Tomasito, ahora Tomás Bouver o algo así, demostró que quiere ser torero, Rey y Lechuga mostraron sus conceptos, sus buenos fundamentos y su disposición, pero el corazón se lo dejaron en los madriles.
1 comentario:
Thomaa Jouber, Javier tu has estudiado en un colegio de pago, no es tan dificil
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