Nos cuenta Carlos Crivell en Sevillatoro que el sábado 19 se inaugura en Écija un monumento a El Pere.
Écija inaugurará un monumento a su torero Antonio Péerz "el Pere" el próximo sábado 19 de septiembre a las 12,45 de la mañana. Este monumento estará situado en las cercanías de la plaza de toros.
Como se recordará, El Pere fue novillero y pasó a ser banderillero a las órdenes de Manuel Díaz El Cordobés. Falleció de forma trágica en la carretera. Écija le recuerda ahora para siempre. Destacó como torero, pero especialmente por su categoría humana.
Antonio Pérez “El Pere”, banderillero, nació en Ecija el 25 de noviembre de 1965 y falleció el 4 de mayo de 2004 en Córdoba.
Écija inaugurará un monumento a su torero Antonio Péerz "el Pere" el próximo sábado 19 de septiembre a las 12,45 de la mañana. Este monumento estará situado en las cercanías de la plaza de toros.
Como se recordará, El Pere fue novillero y pasó a ser banderillero a las órdenes de Manuel Díaz El Cordobés. Falleció de forma trágica en la carretera. Écija le recuerda ahora para siempre. Destacó como torero, pero especialmente por su categoría humana.
Antonio Pérez “El Pere”, banderillero, nació en Ecija el 25 de noviembre de 1965 y falleció el 4 de mayo de 2004 en Córdoba.
Era un tío grande, lo conocí en el casino de la ciudad de los siete niños y ahí delante suya el comandante Dorado contó que Antonio era el tío con los cataplines mejor puestos que conocía, Le prometió, cuando lo apoderaba "La Revolución", que si no salía por la Puerta del principe cogía las banderillas. No salió por la puerta que da al Guadalquivir y cumplió. Se hizo banderillero. Buena gente lo era de nacencia, buen torero lo demostró antes y después de coger los palos.
Por cierto Dorado decía que era un placer que te enchironaran en Écija, cosas de comandantes, digo yo.
Desde aquí nuestro recuerdo y como homenaje así contaba Antonio Burgos esa extraña muerte de manos del morlaco negro asfalto, listón , largo y astifino de la ganadería que más toreros ha matado en la historia.
El Pere
Han dado a conocer los premios taurinos de la Feria de Sevilla. Al pobre de El Pere le han dado el premio de la muerte. A Antonio Pérez "El Pere", banderillero ecijano, hombre de plata, lo cogió un toro al que la gente de la fiesta teme casi tanto como a los cuatreños: el toro de la carretera. El día que salga la relación de matadores, banderilleros, picadores y mozos de espadas muertos en la carretera veremos que la nómina de esa muerte es más numerosa que la de toreros muertos en la plaza. Con la tristeza añadida de que son muertes sin romance, sin leyenda, sin Linares y sin Pozoblanco, sin "Bailaor" y sin "Islero". Las muertes de los personajes secundarios de las películas de los grandes espectáculos. El Pere ha muerto como esos jugadores de fútbol de equipos de tercera regional o de las ligas locales que leemos en un suelto de periódico que han fallecido en el modesto campo de tierra, sin graderíos, sin vestuarios de lujo, sin fichajes y sin traspasos millonarios.
Podíamos haber visto al Pere este año en la Feria de Sevilla, formando parte de la cuadrilla de Manuel Díaz "El Cordobés". Quizá, como otros años, hubiera ganado el premio al quite providencial o al mejor par de banderillas. Solamente ganó el premio, ay, de una muerte absurda, sin romance, sin leyenda, en el camino que va desde su Ecija hasta Madrid. Salió al alba, con la intención de estar de vuelta en su casa a la hora de almorzar. Muchas otras veces lo había hecho, que la carretera de las largas noches de Nimes a Algeciras es la desconocida compañera de los toreros, El Pere iba a su sastre taurino de Madrid a comprarse unos capotes para echar la temporada. Nunca volvió. Llegada la noche, la familia se movilizó buscándolo. No lo hallaban. A la mañana siguiente, llamaron al sastre de toreros de Madrid. No había llegado nunca a la sastrería. Algo le había pasado a El Pere. Llamaban a un teléfono móvil y, como los del 11-M, sonaba y sonaba y nadie contestaba. Algo raro. Tan raro, que el insólito suceso vino en los periódicos al humo de las velas. Lo supimos por "Clarín" de Radio Nacional de España, donde noche a noche informaban de las pesquisas familiares.
Digo que al Pere lo ha matado el toro de la carretera pero quizá haya sido el toro de la burocracia. Su coche se salió de la carretera y cayó por un barranco. El Pere, dentro del coche despeñado, estuvo tres días en coma. Sobrevivió por esa madera especial de que están hechos los toreros. Cuando lo encontraron, era ya tarde para que pudiese salir del coma en el que había estado tres días, tragándose sus propios vómitos, encharcándosele los pulmones. Un horror. Quizá evitable. En "Mundotoro" he leído el desgarrador relato de la ya viuda del Pere, de doña Consuelo de Soto. Viendo que el teléfono sonaba pero no contestaba, pidió que buscaran dónde estaba ese teléfono, por el sistema de triangulación con que capturan a los delincuentes. Lo pidió al juez, pero inútilmente. Le respondieron que esa búsqueda podía ser una violación de la intimidad del torero. Vamos, como si El Pere se hubiera ido con una lagarta por ahí... Es impresionante la angustia de la esposa que se adivina en ese relato, sin nadie que quiera buscar al pobre Pere con las tecnologías actuales.
En este mundo donde los satélites espías encuentran agujas en los pajares de misiles, al pobre Pere lo halló por casualidad al cabo de los tres días un inmigrante rumano que iba por Despeñaperros buscando chatarra en su bicicleta. Por desidia o por burocracia, nadie quiso buscar al Pere. No lo encontró más que la muerte. Y ahora, el dolor de la mujer de un torero en Ecija, que no sé lo que le entrará por el cuerpo cada vez que vea un teléfono móvil...
1 comentario:
El Pere, para los aficionados que les guste saber de historias, detalles y cosas de esas, fué en las filas de un novillero de Huelva antes que Paco Dorado, que apoderaba a este novillero, apoderase a Manuel Diaz "El Cordobes", el novillero era Miguel Carrasco y fué a partir del apoderamiento del Comandante a El Cordobes, cuando pasó el buen profesional del Pere a las filas del Cordobes.
Fué un torero poderoso con la capa y muy carismático con los palos, le andaba cuarteando a los toros hasta casi el embroque en el que saltaba para asomarse al balcón y salia andando, con la torería que llevaba dentro y la que paseó por medio mundo.
Ya era hora de que ese homenaje le llegase, a buen seguro va a ser un día en el que muchisimos compañeros estarán allí presentes y otros que estarán homenajeandolo en el sitio donde toreen ese día.
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