Ferrera, denunciado por desacato e insultos en Sotillo de la Adrada
El juego de Ambitotoros, descubran a un torero en la feria de Zafra. 2007.
Pues en Zalamea paracía de lo más normal, a lo mejor por que Domingo Castiila no fue cicatero ni exigente con las orejas.
Nos lo relata Cope.es
El diestro Antonio Ferrera fue denunciado este domingo en la localidad abulense de Sotillo de la Adrada por alteración del orden público, desacato a la autoridad e insultos a la presidencia del festejo.
Antonio Ferrera pidió el indulto para el cuarto toro de Aldeanueva que se lidiaba ese día y que fue premiado finalmente con la vuelta al ruedo. La no concesión de este premio llevó a Antonio Ferrera a enfrentarse a la presidencia del festejo que ese día recaía en María Jesús Broncano, alcaldesa de la localidad abulense.
A la finalización del festejo, según informa El Diario de Ávila, Antonio Ferrera fue conducido por la Guardia Civil al cuartel donde tuvo que declarar al ser denunciado por alteración del orden público, desacato a la autoridad e insultos a la presidencia.
El público reprochó a Antonio Ferrera su actitud durante el festejo y le abroncó a la finalización del mismo. La alcaldesa María José Broncano, reconoce que “en mayor o en menor medida son cosas que suelen pasar, aunque yo no había vivido algo así» y también que «tras la corrida hablé con varios expertos en la materia me han confirmado que no es la primer a vez que lo hace, y tampoco sabíamos cuál era el carácter de este señor”.
Sixto Naranjo en A ras de albero, su magnífico blog, cuenta de un par de días antes, el ciclón extremeño también tuvo movida en Colmenar Viejo y es que hay años que no está uno para nada.
La soberbia, pecado capital
Qué momento más desagradable se vivió ayer domingo en el coso de La Corredera de Colmenar Viejo (Madrid). Y todo ello protagonizado por un soberbio Antonio Ferrera, que no terminó de aprovechar como Dios manda a un gran toro de Alcurrucén que fue premiado con la vuelta al ruedo. Me quedé con las ganas de haber visto al toro en un segundo puyazo, porque en el primero empujó romaneando y metiendo los riñones. En ese segundo puyazo podríamos haber visto su bravura al completo.
Pero aún así, Ferrera, como ya comenté en mi crónica, estuvo vulgar, dando voces al tendido y sin aprovechar las excelentes embestidas que regaló ‘Sucesor’. Además, y para más inri, mató de un pinchazo y un bajonazo. Por ello no se entiende las airadas protestas del ibicenco al palco por la no concesión de las dos orejas.
El gesto de tirar la oreja y no querer dar la vuelta al ruedo retrataron a Antonio Ferrera, al que hay que recordarle que a principios de temporada ya desaprovechó otro toro de vuelta al ruedo. En ese caso fue en la también madrileña plaza de Valdemorillo ante un buen toro de Buenavista.
La soberbia no es el camino para reivindicarse.
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