La sentencia puede sentar jurisprudencia en el ámbito de los contratos taurinos.
Tras un largo proceso de cuatro años y con cinco causas diferentes, se ha dictado sentencia absolutoria por parte de un juzgado de lo social de Madrid desestimando la demanda que el empresario por aquel entonces de la "Mezquita del toreo", José Antonio Tebar, había interpuesto contra Finito de Córdoba por no torear en Melilla en la feria del 2005 , alegando una lesión muscular y osea, apesar de lo cual toreó el día antes en la plaza malagueña de Torremolinos y dos días después en la palentina feria de San Antolín.
Tras un largo proceso de cuatro años y con cinco causas diferentes, se ha dictado sentencia absolutoria por parte de un juzgado de lo social de Madrid desestimando la demanda que el empresario por aquel entonces de la "Mezquita del toreo", José Antonio Tebar, había interpuesto contra Finito de Córdoba por no torear en Melilla en la feria del 2005 , alegando una lesión muscular y osea, apesar de lo cual toreó el día antes en la plaza malagueña de Torremolinos y dos días después en la palentina feria de San Antolín.
La parte empresarial puede apelar a instancia judicial superior el fallo pero en todo caso y tras el caso de Diego Ventura, llevado por el mismo letrado, Joaquín Moeckel, la linea judicial parece clara, el torero que alega una lesión y se presenta con un parte médico, si no quiere torear no torea y no pasa nada. A ver quien es el médico guapo que no le firma un parte de baja a un torero que dice que le duele "ahí", que le duele mucho "ahí" "no me toque, ¡ay!", eso es lo que hay. Si embargo pusieron el grito en el cielo cuando el reglamento vasco pretendía que se sometiesen a un reconocimiento médico previo a la corrida que certificase su aptitud física y psiquica para torear esa tarde.
Este caso se vio complicado por cuanto se presentaron dos partes médicos, uno de ellos firmado mucho antes del festejo de la Costa del Sol, que aducían lesiones de Serrano Pineda y por el run run que había en Melilla afirmando que Finito se caía del festejo, desde semanas antes.
La premonición se cumplió y José Tébar tuvo que trabajar toda la noche anterior a la corrida para contar con los servicios de Canales Rivera que fue, finalmente, quien resolvió la caída del cartel del diestro cordobés.
Una parte del éxito de las actuaciones del abogado sevillano radica en que la demanda se trasladó de lo civil, a lo laboral, juzgado de lo social, mucho más tuitivo de los derechos de los trabajadores.
En el juicio Juan Serrano alegó que se dolió esa tarde de una de una operación de tobillos sufrida ese mismo verano asimismo quedó probado que la cuadrilla y el matador catalan tenía su reserva de avión y de hotel formalizada, sólo la fuerza mayor le impidio torear en Africa esa tarde.
A Finito se le reclamaban 72.000 euros por daños y perjuicios en esa demanda de la que ha sido absuelto, luego se redujó a 48.000 y en última instancia el abogado de la defensa alegó que sólo se le podia reclamar por los 8.000 de cargo en taquilla que no se vendieron aquella tarde.
Este caso se vio complicado por cuanto se presentaron dos partes médicos, uno de ellos firmado mucho antes del festejo de la Costa del Sol, que aducían lesiones de Serrano Pineda y por el run run que había en Melilla afirmando que Finito se caía del festejo, desde semanas antes.
La premonición se cumplió y José Tébar tuvo que trabajar toda la noche anterior a la corrida para contar con los servicios de Canales Rivera que fue, finalmente, quien resolvió la caída del cartel del diestro cordobés.
Una parte del éxito de las actuaciones del abogado sevillano radica en que la demanda se trasladó de lo civil, a lo laboral, juzgado de lo social, mucho más tuitivo de los derechos de los trabajadores.
En el juicio Juan Serrano alegó que se dolió esa tarde de una de una operación de tobillos sufrida ese mismo verano asimismo quedó probado que la cuadrilla y el matador catalan tenía su reserva de avión y de hotel formalizada, sólo la fuerza mayor le impidio torear en Africa esa tarde.
A Finito se le reclamaban 72.000 euros por daños y perjuicios en esa demanda de la que ha sido absuelto, luego se redujó a 48.000 y en última instancia el abogado de la defensa alegó que sólo se le podia reclamar por los 8.000 de cargo en taquilla que no se vendieron aquella tarde.
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