No fue esta una corrida de seis toros, fue una genial obra de arte en seis tiempos, como los juegos olímpicos de la antigüedad, con una unidad argumental "El arte de Morante" El lema: "más puro, más fresco, más torero"
Más importante para Ronda y la comarca, la Goyesca, que para Madrid las Olimpiadas. Ambientazo, una ciudad entregada al rito del toreo, como en la antigüedad helena, se congregaban en los juegos olímpicos, dioses y humanos juntos. espíritus y cuerpos juntos.
El Morante más completo, un decatlón, cumbre con el capote de recibo en tres toros, torero en las banderillas del sexto, sublime al natural, poderoso con la diestra. excelso a la verónica, pinturero por chicuelinas en el quite, efectivo con la espada hasta el cuarto.
Para una marathon estaba preparado el torero Recuperado de la cogida oscense. A pesar de que se percibió disminuido y no pudo intentar el salto de la pértiga sobre el altísimo callejón de Ronda, cuando el quinto de la tarde le apretó con malas intenciones.
El pebetero del relevo de la historia, la llama de Ordóñez, de Manolo Vázquez, de aquel José El Gallo, de su amigo Belmonte y hasta a Manolete o Paquiiri (esa larga cambiada). Hemos visto hacer relevos en la tauromaquia del de la Puebla, que es compendio de todas
Los naturales eran despaciosos, hondos, con sentido, como la gimnasia rítmica, siempre la muleta ligando delante de la cara del toro. Los redondos surgieron macizos, sólidos, con sustancia. Como el lanzador de peso, ¿Siete? me parecieron millones
Los de Juan Pedro Domecq, hubo de todo, no impidieron el lucimiento, como el balón en el futbol olímpico, el protagonismo para los atletas, Este atleta del toro pasaportó los cuatro primeros sin despeinarse, luego se atascó la espada en el quinto, sonaron dos avisos ¿Avisos a los dioses? También tienen normas los juegos olímpicos.
De frente, la muleta plana, de mucha verdad, de mucha historia. Era un ballet, el de hombre bailando la danza eterna de la verdad torera en honor del dios toro.
Siempre hay innovaciones en los juegos olípipicos, todas la innovaciones son viejas, todo esta inventado, Morante puso las banderillas de la silla, sabor añejo, el minotauro eterno..
Aqellos semidioses tenían derechos de dioses, Morante salió a hombros con sólo tres orejas. ¿Se pueden contar los méritos de los dioses?
Por el Tajo se fue el sueño olímpico de Madrid, Si fue el sueño de la romería morantista y goyesca de la vieja y eterna Ronda la bella
El Morante más completo, un decatlón, cumbre con el capote de recibo en tres toros, torero en las banderillas del sexto, sublime al natural, poderoso con la diestra. excelso a la verónica, pinturero por chicuelinas en el quite, efectivo con la espada hasta el cuarto.
Para una marathon estaba preparado el torero Recuperado de la cogida oscense. A pesar de que se percibió disminuido y no pudo intentar el salto de la pértiga sobre el altísimo callejón de Ronda, cuando el quinto de la tarde le apretó con malas intenciones.
El pebetero del relevo de la historia, la llama de Ordóñez, de Manolo Vázquez, de aquel José El Gallo, de su amigo Belmonte y hasta a Manolete o Paquiiri (esa larga cambiada). Hemos visto hacer relevos en la tauromaquia del de la Puebla, que es compendio de todas
Los naturales eran despaciosos, hondos, con sentido, como la gimnasia rítmica, siempre la muleta ligando delante de la cara del toro. Los redondos surgieron macizos, sólidos, con sustancia. Como el lanzador de peso, ¿Siete? me parecieron millones
Los de Juan Pedro Domecq, hubo de todo, no impidieron el lucimiento, como el balón en el futbol olímpico, el protagonismo para los atletas, Este atleta del toro pasaportó los cuatro primeros sin despeinarse, luego se atascó la espada en el quinto, sonaron dos avisos ¿Avisos a los dioses? También tienen normas los juegos olímpicos.
De frente, la muleta plana, de mucha verdad, de mucha historia. Era un ballet, el de hombre bailando la danza eterna de la verdad torera en honor del dios toro.
Siempre hay innovaciones en los juegos olípipicos, todas la innovaciones son viejas, todo esta inventado, Morante puso las banderillas de la silla, sabor añejo, el minotauro eterno..
Aqellos semidioses tenían derechos de dioses, Morante salió a hombros con sólo tres orejas. ¿Se pueden contar los méritos de los dioses?
Por el Tajo se fue el sueño olímpico de Madrid, Si fue el sueño de la romería morantista y goyesca de la vieja y eterna Ronda la bella
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