domingo, 27 de mayo de 2012

Crónica de la quinta de abono de la feria de Córdoba

FACILIDADES PARA UNO Y EXIGENCIA PARA OTRO.

GANADERIA: Cinco toros de Núñez del Cuvillo y uno de Juan Pedro Domecq (2º). Justos de presentación y de juego variado, aunque flojos y carentes de raza.  Se dejaron en la muleta 1º, 2º, 4º y 6º.

TOREROS: ENRIQUE PONCE (mercurio y oro). Media estocada caída que el toro escupe, cuatro pinchazos y dos descabellos (palmas tras aviso) y dos pinchazos, estocada y descabello (ovación con saludos tras aviso).
Julián López “EL JULI” (plomo y oro). Estocada (dos orejas) y estocada y descabello (palmas).
JIMENEZ FORTES (berenjena y oro). Estocada y descabello (vuelta al ruedo tras petición) y estocada (oreja con petición de la segunda y dos vueltas al ruedo).

INCIDENCIAS: Plaza de toros de Los Califas, de Córdoba. Quinto festejo de abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba. Menos de media entrada en tarde soleada. Al finalizar el festejo “El Juli” salió por la Puerta de Los Califas.

Salvador Giménez

Se abrió la puerta de Los Califas por fin en la feria. Y la abrió en gran damnificado del denominado G10. Precisamente por eso, por ser el que ha pagado los platos rotos de las exigencias de los primeros espadas del escalafón. Su independencia de las grandes casas le he hecho quedarse fuera de las primeras ferias importantes de la temporada. Valencia, Sevilla y Madrid cerraron sus carteles con su ausencia. En cambio en plazas menores su presencia ha sido mayor y sus éxitos han sido cantados por su presunta excelencia y torería. Nos estamos refiriendo a Julián López “El Juli”. Córdoba no podía ser menos. Se entrego y rindió a los píes de “El Juli” a la más mínima. Solo hizo falta que el de Velilla de San Antonio hiciera un aparente esfuerzo con un toro de Juan Pedro Domecq que remendaba la corrida. ¿Pero fue realmente para una puerta grande? La verdad es que no. Falló el toro, una tarde más se hizo presente el medio-toro que las figuras desean, falló la faena en profundidad y emoción, falló un público demasiado mediatizado y falló una presidencia demasiado condescendiente. La pregunta es la siguiente: ¿Con lo hecho por “El Juli” en Córdoba habría abierto la puerta grande en cualquier otra plaza de primera? La respuesta está clara. Seguro que no. “El Juli” se encuentra en un buen momento. Encuentra toro en cualquier sitio y la faena del triunfo estuvo basada en el oficio y en la técnica. Codillero con el capote, el toro de hoy lo permite, y lo dicho, técnico y encimista con la tela roja. ¿Profundidad? La justa. ¿Plasticidad? Ninguna. No obstante así, una estocada cobrada en la peculiar y personal suerte del “julipie”, y una presidencia con el listón muy bajo, le permitió pasear dos orejas muy baratas. En su segundo, ya con la puerta grande asegurada, hizo un aparente esfuerzo, consiguió y vendió un trasteo, basado en el oficio y santas pascuas.
No se midió igual al debutante Jiménez Fortes. El joven torero malagueño brilló a gran altura. Valiente a carta cabal, con una tauromaquia templada y variada, le hacen ser un valor en alza y tener muy en cuenta. Toreó a sus dos toros con ajuste y garbo con el capote, entrando en quites cuando le correspondía. A su primer toro le hizo una faena variada, destacando el toreo con la mano derecha, donde bien, a compas abierto o a pies juntos, cuajó muletazos de gran plasticidad, temple y torería. Su improvisación y su entrega también fueron valores a tener en cuenta. Fue alcanzado en las postrimerías de la faena resultando herido en la boca. Mató de una estocada haciendo muy bien la suerte y tras dos descabellos le fue pedida una oreja, que la presidencia no tuvo a bien conceder. En su segundo más de lo mismo. Jiménez Fortes trae aire fresco. Es un torero que trata de hacer el toreo de verdad y con un valor a prueba de bombas. De nuevo surgió el toreo templado y con mucha verdad. Lo realizado en su primero, fue revalidado con nota en el segundo de su lote. Tras unas manoletinas muy del gusto de esta tierra cordobesa, volvió a realizar con galanura la suerte de matar. Se le pidió el doble trofeo y esta vez la presidencia no tuvo la generosidad, ni sensibilidad por lo realizado por el torero de Málaga, otorgando una oreja de mucho peso. ¿Por qué no se tuvo el mismo criterio que con El Juli? Seguro que es porque Jiménez Fortes no forma parte del G10.
Abrió plaza Enrique Ponce. El valenciano, muy querido en Córdoba, no tuvo suerte. Quiso agradar toda la tarde a base de oficio y muy buena disposición, pero se estrelló con dos animales, como la mayoría de la feria, que tuvieron muy pocos ingredientes para el triunfo. No obstante Enrique Ponce estuvo en maestro y figura del toreo. El mal uso de la espada le privó de haber obtenido algún trofeo.

http://cordobataurina.blogspot.com.es/

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