El Cordobés y Paquirri también salieron a hombros con tres y dos orejas respectivamente
La corrida nocturna celebrada en Atarfe (Granada) fue todo un éxito artístico al saldarse con nueve orejas y los tres espadas a hombros. El triunfador de la noche fue El Fandi, que cortó cuatro orejas, mientras que El Cordobés y Paquirri consiguieron tres y dos respectivamente.
Ficha:
Se lidiaron toros de Gerardo Ortega, bien presentados y de buen juego.
Manuel Díaz ‘El Cordobés’, dos orejas y una oreja.
Rivera Ordóñez ‘Paquirri’, dos orejas y palmas.
El Fandi, dos orejas y dos orejas.
Más de media plaza.
Comentario:
El Cordobés abrió plaza con un triunfo contundente. Dos orejas para una faena templada en su comienzo y basada en el pitón derecho. El torero aprovechó de forma inteligente la nobleza de su enemigo y terminó con desplantes y hasta el salto de la rana. Una buena estocada amarró las dos orejas.
En el cuarto, otro toro manejable aunque con poco fuelle, hizo otra faena similar, con una primera parte de toreo serio y templado y una segunda más efectista. Mató de media efectiva y cortó una oreja.
Rivera Ordóñez se lució en banderillas y se las vio en la muleta con un toro más entero. Comenzó con dos bonitos trincherazos y siguió gustándose durante toda la faena con un toreo muy templado a un toro noble y colaborador. Sólo al final hizo algún desplante de cara a la galería como colofón a una faena seria y sentida. Mató de buena estocada y aunque el toro tardó en caer fue premiado con las dos orejas.
El quinto fue el toro más complicado de la corrida y Rivera Ordóñez estuvo firme con él en una labor meritoria con un animal que se acordaba siempre de lo que dejaba detrás. Pinchó y no pudo obtener tofeos.
El Fandi, que hizo doblete y llegó un poco tarde al tener que desplazarse desde Roquetas de Mar (Almería), desplegó toda la artillería en el quinto para defender su feudo. Recibió al toro con dos largas cambiadas de rodillas, le puso tres soberbios pares de banderillas que levantaron a la gente de sus asientos y comenzó la faena de rodillas con vibración. Después toreó templado por los dos pitones a un toro noble que le permitió estar a gusto pero que se agotó pronto. Mató de media y descabello y cortó dos orejas.
Vibrante fue el recibo de capa al sexto y también el quite por chicuelinas posterior. Otra vez mostró su dominio absoluto en banderillas, destacando el segundo par de la moviola y un tercero al violín. Con la muleta apostó fuerte, comenzando con una excelente serie con las dos rodillas en tierra. El toro se apagó pronto y El Fandi lo suplió con un arrimón que caló en el público
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