Esta noche habrá seis almas toreras que no podrán conciliar el sueño. Mañana debutan en público en Paterna del Campo. Los sueños tienen estas cosas, cuando se luchan, se pueden cumplir, y mañana se verán cumplidos los sueños de Paco y David, los de Juan Ramón y David. Pareciera que Alejandro y Carlos andan ya curtidos, ¡¡Con tres festejos ya cada uno, que maduros se aparecen!!.
Seguro que en la larga madrugada que se avecina se soñaran toros de colores en seis camas, templados naturales infinitos, "sentirse", "gustarse", las estocadas soñadas siempre serán en el hoyo de las agujas y por arriba y repetiréis las mil conjugaciones del verbo triunfar.
Me dicen los viejos y eternos toreros que en las noches de luna llena siempre sueñan con pegarle tres y el de pecho a un morlaco con los pitones aquí. Hoy la luna brilla redonda y es la noche de vísperas, esta noche es vuestro derecho sentiros toreros.
Me temo que nadie os quita de la cabeza la pesadilla, el miedo al petardo, no quiere ninguno tirar las tres cartitas, miedo al miedo, al ataque de pánico, a no ver la muerte, a los tres avisos, a eso que se llama fracaso y que es privilegio de quien no lo intenta. Estáis quizás lejos del éxito, pero enfiláis el camino y ahí no existen paradas en la estación gris de la derrota.
Imagino ese abuelo presente en vuestros sueños, ese padrino, ese amigo del alma y sobre todos un nombre de mujer, el de esa madre que ha dado las últimas puntadas al traje de corto, la que ha sacado brillo a los botos y ha limpiado el sombrero prestado por una vecina. La que ha hecho la silla sin saber, pero con el cariño inmenso de quien no te quiere ver sufrir pero soporta tu sueño como propio. Por ella sois hombres y por hombres gozáis de la prebenda de ser toreros.
Supongo que teméis la bronca y la desaprobación de vuestros maestros, de los que en los últimos meses han conocido vuestras virtudes y han querido tapar vuestros defectos. No temáis, ellos velaron hace años esta noche y todo lo que salga mañana de sus bocas será desde el cariño exigente de quienes buscan vuestro límite, vuestro valor real, vuestras ganas de ser torero. Vosotros mismos no sabéis los confines de vuestra propia torería, sólo sentís la inmensa necesidad de poneros delante del eral y que sea lo que Dios quiera.
Esta noche la vigilia será muda, el duende del pensamiento irá del triunfo y la salida a hombros a la ambulancia y la frustración. Es facultad de los dioses cambiar el destino y el vuestro está en vuestras manos toreras y en los pitones de los seis erales que no saben de su poder. El dios uro y el dios torero frente a frente, la verdad de este arte que a lo mejor no os hace toreros pero seguro que os hará mejores.
Imagino que gentes que saben mucho de esto os darán oportunos consejos sabios, que tranquilos, que saquéis los brazos, que os crucéis, que de arriba abajo, que todo despacio..., haced caso y sobre todo, pensad delante de la cara del más bello animal de vuestros sueños.
Yo sólo os podría ubicar en los terrenos de ese genio que se llama Cruyff y que dijo a sus pupilos con ocasión de la final de la Copa de Europa, "Salid y disfrutad"
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