Se alquila plaza de toros en ruinas

Santa Cruz de Tenerife y su plaza que "afortunadamente", (muyayita Reverón dixit) no da toros desde 1983.
Los propietarios se abren a una propuesta "interesante" para hacer frente al abandono

Interior de la santacrucera plaza de toros. josé luis gonzález

ELOÍSA REVERÓN
SANTA CRUZ DE TENERIFE Fue escenario de grades eventos, un lugar emblemático en el que se concentraba buena parte del ocio de la capital. También fue el recinto del Carnaval santacrucero e incluso llegó a convertirse en pista de patinaje. Hoy muy pocos se acuerdan de ella. El abandono, la suciedad y el silencio de sus muros son sus únicos compañeros. La plaza de toros de Santa Cruz sigue ahí, esperando a que algún día ocurra algo. Y mientras tanto, uno de sus propietarios, la empresa Alicur, y siempre y cuando todos los dueños estén de acuerdo, que "son varios", ofrece este recinto en alquiler a quien tenga una interesante propuesta.

Cuando este espacio comenzó a deteriorarse y dejó de ofrecer las condiciones necesarias para la celebración de eventos porque se incumplía la normativa, el Ayuntamiento de Santa Cruz y los propietarios decidieron en 2008 convocar un concurso de ideas para la ordenación urbanística del ámbito denominado manzana de la plaza de toros, delimitada por las calles Horacio Nelson, Capitán Gómez Landero, Comandante Sánchez Pinto y la Rambla. El proyecto ganador garantizaba mantener la fachada del recinto, como icono material de la historia chicharrera. Eso sí, y con el objetivo de devolver la plaza a los santacruceros, se contemplaba un gran espacio público en su interior. Se destinaban 2.325 metros cuadrados a equipamiento recreativo y cultural, 1.425 a comercial y 1.840 a oficinas. La mayor superficie, 5.520 metros cuadrados, se dejaba para uso residencial, con un edificio de 12 plantas y aparcamientos.

El propio alcalde, Miguel Zerolo, explicaba que para que los dueños de la plaza ejecutasen la obra habría que esperar a que se aprobase el Plan General de Ordenación Urbana (PGO), algo para lo que ya nadie se atreve a dar fechas.

El máximo representante de Alicur, Rafael Martín, dejaba claro ayer a este periódico que el futuro de la plaza de toros es una incógnita absoluta. Indicaba que son muchos los propietarios que tienen que ponerse de acuerdo para decidir qué se hará en el recinto una vez que se apruebe el PGO. "Puede ejecutarse el proyecto ganador, o esa idea modificada u otra cosa, siempre según las normas del Plan. Pero aún nadie sabe qué pasará", indicaba.

Durante un tiempo varios negocios se interesaron por este recinto, una tasca-mesón, un pub y una discoteca. Sin embargo, y sin que la Gerencia de Urbanismo pudiese hacer nada para ayudar a estos empresarios, en julio de 2008 se produjo el desahucio de la plaza de toros. Los dueños del coso taurino alegaban el impago de una deuda de 150.000 euros. Ahora Alicur, mientras se espera y aunque reconoce que "ya nadie tiene interés en este espacio", anuncia que si alguien tiene una propuesta interesante "se lo alquilamos".

Pero todo apunta a que en la plaza de toros no pasará nada durante muchos, muchísimos años. Quién sabe cuándo se aprobará el Plan General del municipio. Y una vez aprobado, quién sabe si a los propietarios de la plaza de toros les interesa ejecutar esas obras. Mientras tanto, allí seguirá, esperando.

Y en sus paredes duerme la historia de un recinto que fue inaugurado en 1893 y que hasta 1983 acogió corridas de toros. Afortunadamente después fue destinado a un mejor uso. En él se celebró el Carnaval y sus concursos, conciertos, torneos de lucha canaria y boxeo y también fue pista de patinaje.