sábado, 23 de octubre de 2010

Jesús de Fariña, la bohemia torera al natural.

Es el único onubense del cartel de este sábado en el festival de Trigueros




Jesús de Fariña es distinto, pero nunca distante, cercano, pero sin dejar de percibirse mágico, onubense de zetas sin eses, y en el envés cosmopolita universal del sentimiento sin trampa. Se le ve, en la frontera de los cuarenta,  a gusto de haberse conocido, se le siente triunfador de batallas íntimas y perdedor de guerras que no son las suyas. Se conoce a si mismo, aunque se oculta travieso a los otros, para aparecerse enorme de humanidad en el momento que decide dejar de ser el personaje Fariña y ejercer de Jesús al natural.
Se sabe poliforme y versátil, pero se quiere sentir torero, no es un necio para despreciar las catedrales de la fiesta brava, pero se ha acostumbrado a sentirse en recogidas plazas de pueblo donde se manifiesta como eremita de la única religión verdadera: el toro. Para intentar definirlo se ha dicho todo de él, y, gracias a su personalidad y su constancia, se seguirá diciendo, loco, enterao,  genio, artista, único, bohemio, personal, distinto, engreído. Si le preguntan  a Jesús sólo responderá: me siento torero, por la gracia de Dios.

Me cuesta entrevistarlo en la distancia corta porque se me escapa, se gusta y se me va de la suerte. La amistad y el cariño me pueden. Lo cito de largo, a través del correo electrónico,  sabe el torero que en mi muleta plana no hay mentiras, y el se viene al galope franco de la verdad, con los belfos del cariño por el albero y la raza del bravo en las respuestas.

Toreas en Trigueros, cerca de casa pero no en casa.
¿Qué es una casa? Sencillamente un almacén de enseres. Prefiero llamar a Huelva mi hogar y hasta donde yo sé Trigueros también es Huelva.
Que te duele del toro.
Me duele cuando veo que no es fiel a su naturaleza, que consiste básicamente en atacar y no en defenderse.
Que amas del toro.
Que lucha con admirada integridad hasta su final físico reivindicando su esencia y lo hace por defender su libertad y no por preservar su propia vida.
Que no le perdonas a una mujer.
Que deje de serlo
Que es lo que nunca te ha perdonado el toro.
Mis miedos y diego miedo en plural, porque los miedos del torero son muchos y variados, yo he vivido casi todos.
El toro, una forma de vivir o una forma de penar.
Yo siempre lo califico como una filosofía de vida y cualquiera sabe que en este campo los pensares se recogen tras los vivires y los penares.
Que es la fiesta brava, Arte, Oficio, Negocio, Profesión, Ministerio.
Depende quién lo mire, de como lo viviva, de su capacidad  de sentir, de como, cuando, porque o hacia donde dirija su mirada. Desde mi perspectiva y conocimiento te digo que es un arte.
¿Verdad o mentira?
Si yo te digo que el sol sale todos los días, tú me dices que es verdad, pero si se lo digo a un ciego me puede decir que estoy mintiendo, sencillamente porque no lo ve. El toro es verdad, es la verdad, siempre habrá ciegos, pero que no nieguen lo que los demás sentimos.
Más cornadas da la mediocridad
Sí, pero duelen menos que las que te da el toro. De todas formas el ser mediocre es una condición y las condiciones, a diferencia de las circunstancias, no se pueden cambiar, independientemente de a que te dediques o como te vaya en esa dedicación. Hay muchos “triunfadores” que son hombres mediocres y otros muchos “fracasados” que no lo son.
 ¿Cuarenta años no es nada?
Para el que tiene 60 años de edad no, pero para el que tiene 20 ese nada se convierte en mucho. Para mí vendría a ser la medida exacta de lo hecho y de lo que me queda por hacer.
 ¿Es el toreo un arma cargada de futuro?
Ciertamente es un arma poderosa, pero la estamos recargando entre todos continuamente con munición de fogueo.
 Entenderías que en “tu” Huelva se prohibiese el cante en las tabernas.
Lo que no entendería es que se prohibieran las tabernas. Después que se cante o deje de cantarse que lo decida el pueblo mismo, prohibir es matar y sólo se mata lo nocivo, lo necesario para crear, para vivir. Prohibir el toreo, el cante, las tabernas, es hacernos más pequeños.
 Emigraste para torear o toreaste para emigrar.
Como dice la letra del fandango: “Aunque me voy no me voy”… y sigue… “aunque me voy no me ausento”.
 Has tenido que inmigrar muchas veces dentro de ti mismo.
Mucho más que físicamente, porque hay veces que incluso hasta me he abandonado sin saber quién era, ni donde estaba.
 El fracaso es no intentarlo.
El fracaso del artista no existe ¿Qué es el fracaso? Cuando se es capaz de crear nunca se pierde. Te queda algo que te alimenta aunque no te sacie o incluso lo vomites después de masticarlo y tragarlo.
 Se puede sentir torero de Huelva alguien a miles de kilómetros de la ría.
“No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a donde quiera que tú vayas, yo iré; y donde quiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios”
Este texto pertenece al libro bíblico de Rut, 1:16, precioso ¿Verdad? Pues eso... 
 ¿Se puede ser bohemio y vestir de marca?
La bohemia no tiene nada que ver con la economía. Se es o no se es, independientemente de lo que tengas. Sin embargo pienso, que facilita el tener para ser.
 ¿Te sientes querido?
Me siento capaz de amar. En la vida se nace para amar. No me preocupa el sentirme querido. No está dentro de mi código de necesidades vitales.
 Que es un chufla en el toreo.
Todo aquel que aparenta lo que no es. Tiene el mismo significado que en cualquier profesión.
 Recibes el premio por tu toreo en Lucena ¿Cual es el mayor premio para un torero?
Depende de para que torero. Para mí el más importante siempre es el último que me dan y fíjate que digo dar y no recoger, que es lo mismo pero no es igual. El premio es ser torero, lo demás son reconocimientos, el de Lucena me llena de orgullo porque aquella me sentí torero y me alegró por muchos amigos que por primera vez me vieron y disfrutaron conmigo en plenitud.
 Un sueño cumplido.
He logrado torear un toro de más de 500 Kg. sin pasar el más mínimo miedo. Me ama la mujer que yo amo. Mi hijo se siente orgulloso de mí. Planté y veo crecer árboles y amistades. Logré, mediante la escritura, plasmar en un papel lo que siento, pienso e imagino. Tengo la suficiente sensibilidad para captar lo bello y lo feo que me rodea. Me asiste la inteligencia necesaria para diferenciar la bondad de la maldad. Mi educación me permite tener una ética elevada de valores siendo tolerante y además tengo la justa fortaleza para andar con mi Hermandad de Huelva todos los años camino del Rocío. Hasta ahora todos mis sueños están cumplidos.
 Uno que no cumplirás nunca.
El dejar de soñar hoy y no seguir mañana intentando cumplirlos.
 ¿Que sientes cuando te ves toreando ante quinientos indios en un pueblito andino donde Lituma puede ser cabo?
¿Quinientos? No te puedes imaginar los espectadores que caben en la mayoria de esas plazas de toros. He tenido la fortuna y el honor de torear en más de un centenar de ellas, cuyos ruedos y tendidos son más grandes de la que tenemos en Huelva. Son pueblos con una exquisita cultura ancestral y sus gentes rebosan bondad, pasión y afición taurina. Recuerda que ya pasé los 500 festejos como matador de toros y más de la mitad de estos los toreé en este tipo de plazas. También he toreado, es verdad, alguna que otra corrida en humildes pueblitos perdidos de la mano de Dios, donde yo he sido siempre el indio que hay que educar y ellos los occidentales sobrados de conocimientos. El Ande, sobre todo peruano, me humanizó, me dio paz, paciencia y me enseñó a orar; eso siempre se lo agradeceré.
¿A que aspiras en el toreo? A poder torear eternamente. Como le escribí a mi hermano Juan Tomás en un poema: Cuando yo muera, /a mis manos sujeta un estoque /aunque sea de madera, /¡no se te olvide por Dios! /mi muleta de franela, /desearé torear a la muerte /perdido entre las estrellas.
 Trigueros, un festival con solera, ¿Fariña un torero con solera?
No lo sé. ¿Tu que opinas?
Bueno, con solera, sabor, gusto, personalidad, que quien vaya a ver a Fariña a Trigueros lo haga sin opiniones formadas, con el alma limpia y los ojos abiertos. Verán la madurez de un artista en plena fase creativa, verán un hombre que es torero y quizá disfrutemos de un momento sublime de arte inexplicable y único. Quizás no surja la chispa necesaria o él no la descubra o a ustedes no les emocione. Seguro que dará lo que le ha dado Trigueros, cariño
Gracias Javier, en todo caso la sola posibilidad de pensar que esto pueda ocurrir es un motivo precioso para seguir vivo

1 comentario:

MARIN dijo...

Sencillamente genial. No es mas torero al que se reconoce sino el que se siente. Creo haber coincidido con el maestro un par de veces, de las cuales, todavia estoy recogiendo babas. Ya me gustaria sentarme un rato con el para hablar... da igual de que.
Un saludo.

Haciendo hilo

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