Maravilla de historia de A.J. Martínez Navarro en Huelva Información
Los novilleros, toreros y gente relacionada con el planeta de los toros, siempre han sentido especial inclinación por frecuentar las ventas y mesones. Así, en la prensa local quedan recogidos varios homenajes a dioses locales de los alberos:
Diario de Huelva del 25 de enero de 1927:
"El domingo, se celebró en Cardeñas, un banquete en honor del novel espada, tan justamente aplaudido, Antoñito Maestre, El Nene…
En la explanada de la venta y bajo un sol primaveral, fue colocada la mesa, presidiéndola como es natural el agasajado, detrás del cual pendía en la pared la cabeza disecada del toro que mató El Nene de una gran estocada en la corrida que se dio en noviembre en beneficio del mausoleo de Manuel Báez 'Litri'.
El ex novillero Bogotá y su hijo Bogotita, que es un niño, cantaron en su honor y piropeando a la Venta varios fandangos, entre ellos, el que decía:
Del Nene, la valentía. / Todo es modernidad / Al par que la simpatía / Con que sabe deslumbrar / La celebrada Hostería".
Diario La Provincia del 1 de noviembre de 1927:
"Banquete a Carreño. El torero ofrece la Oreja de Plata de la Asociación de la Prensa a la Virgen de la Cinta. A las diez y media de la noche, se celebró en el Santuario de la Cinta el acto de ofrendar el valiente espada Carreño, a la Patrona de Huelva, la Oreja de Plata que ganó por votación pública en la corrida de la Asociación de la Prensa de Huelva.
Presidió este acto, una misa ofrecida por el presbítero, Sr. Pérez Reyna a quien Carreño entregó el trofeo, haciéndolo a su vez aquél al hermano mayor, teniente de alcalde con Antonio Plata de la Corte, firmando como testigos en el acta correspondiente, el primo hermano del diestro, don Ángel Vizcaíno y los señores Clares, Mora (F.) y Peral (M.). El acto resultó sencillo y emocionante.
Terminada la entrega, en coches dispuestos al efecto se trasladaron los asistentes a la Venta de Cardeñas, en cuya marquesina tuvo lugar un banquete íntimo, siendo los comensales unos cuarenta, banquete que fue organizado por aquellos.
La comida tan abundante como bien servida, transcurrió muy animadamente, improvisándose antes y después, sesiones de cante a cargo de Bogotá y el Niño Rengel, acompañado a la guitarra por Rofa.
Fueron unas horas agradabilísimas las pasadas allí, prolongándose la fiesta hasta entrada la noche".
No siempre tuvieron un resultado feliz estas juergas en aquel sitio idóneo para libar los placeres de Baco, Así, el 14 de junio de 1932, leemos en las páginas del diario La Provincia un desagradable desenlace de una de aquellas francachelas:
"Esta mañana, próximamente a las ocho y media circulaba por la Alameda Matheson -actual Avenida Cristóbal Colón, añadimos nosotros- un auto ocupado por varios trasnochadores -ellos y ellas- de regreso de la Venta de Cardeñas donde estuvieron toda la noche.
A poco estuvo que su gozo se viera en un pozo, pues el auto que ocupaban chocó con un carro que transportaba ladrillos con destino al almacén municipal, resultando la caballería del carro con graves lesiones y herido el carrero en la región mentoniana de carácter leve. El herido que se llama Manuel Cabello Díaz, de 20 años de edad, con domicilio en Conquero recibió asistencia en el Hospital Provincial.
El carro se encuentra inutilizado por la rotura de una de las varas.
Con motivo del choque surgió un "poquito de incidente" promovido por el accidente, teniendo que intervenir la Guardia Civil para poner paz".
No obstante, las juergas tenían su lado positivo, porque gracias a aquellas jaranas y banquetes sociales había muchas personas (camareros, cocheros, taxistas, cocineros, artistas, músicos, limpiadoras, etc.) que se llevaban un jornal para sus casas. Clientes potenciales era la mayoría de los huelvanos que, en días de temperatura bonancible, se acercaban a ellas (Diario La Provincia del 14 de noviembre de 1899):
"El domingo hizo un día verdaderamente primaveral.
Los huertos y ventas de los alrededores de la capital se vieron muy animados…".
En los años iniciales del siglo pasado y hasta el estallido de la guerra civil española, las noticias que surgen en la prensa local no cimientan precisamente una buena fama. Veamos algunos ejemplos que avalan nuestra opinión:
En los primeros días de septiembre de 1909 genera la venta una nueva noticia negativa, fiel reflejo de la vida que desarrollaba, que fue comunicada el día 3 del citado mes y año por el diario La Provincia a sus lectores.
"El presunto autor del hurto de una chaqueta propiedad del dependiente de la venta de Cardeñas, ha sido detenido por la Guardia Civil del puesto de Las Colonias, Cayetano Pinto Jiménez".
El 14 de julio de 1910, el diario La Provincia informaba de que varios discípulos de Caco, uno de ellos herido de un disparo de pistola por la Policía, se habían refugiado en la Venta de Cardeñas:
"… Los tres rateros alquilaron un coche, trasladándose a la venta de Cardeñas, encontrando al regreso, en la taberna Montecarlo, a los guardias municipales que los persiguieron.
Dice que el Chato al ser herido se refugió en la venta de Cardeñas, donde fue curado…".
El diario La Provincia, en agosto de 1932, nos da referencia de los vecinos que vivían en las proximidades de la célebre Venta:
"La Guardia Civil del puesto del Polvorín ha detenido como implicados en el suceso ocurrido en la Barriada del Matadero, en la madrugada del domingo último, a Tomás Hernández Gómez, Román Villegas Toscano y Antonio Carreño Martínez. Los dos primeros habitan en El Higueral y el último próximo a la Venta de Cardeñas…".
Una de las últimas noticias que generó la célebre Venta que historiamos, se produjo en el diario La Provincia el 2 de junio de 1932:
"En las inmediaciones de la venta de Cardeñas y en una rastrojera se produjo anoche, aproximadamente a las diez, un incendio.
Avisado el servicio de Bomberos se trasladó al citado lugar rápidamente con camiones extintores.
El fuego careció de importancia".
Esta Venta, venerable solar de tantos recuerdos choqueros, calló para siempre en los primeros meses del año de gracia de 1964, cuando estaba regentada por Manuel Horta.
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