El Colegio Oficial de Fisioterapeutas y la Merced renuevan su acuerdo de colaboración

Los fisioterapeutas cuidaran de la salud de los toreros en Las Colombinas.

El Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía y la empresa 'Plaza de Toros de La Merced' de Huelva han renovado su acuerdo de colaboración, pionero en el mundo de los toros, que se desarrollará durante el transcurso de la Feria de Colombinas, del 3 al 7 de agosto.

De esta forma miembros del Colegio de Fisioterapeutas prestaran sus servicios antes durante y después de los festejos taurinos de Andalucía a los matadores y resto de profesionales que asó lo soliciten tanto en el hotel como en las instalaciones de la propia plaza desde media hora antes hasta media hora después de la celebración del festejo. “Se trata de un servicio que en la actualidad sólo ofrece la Plaza de Toros de Huelva y que a buen seguro se extenderá en los próximos años a ferias taurinas de toda España”, asegura el fisioterapeuta José Luis Borrallo.

Este servicio ya estuvo a disposición de los actuantes en las pasadas Colombinas siendo utilizado por numerosos actuantes entre los que destacan Miguel Ángel Perera y varios subalternos para solucionar problemas de sobrecarga muscular, de contracturas y disfunciones vertebrales y  para estiramientos así como para la recuperación de viejas lesiones relacionadas con tendinitis y roturas fibrilares en hombro codo y muñeca en el tren superior o rodilla tobillo y muslo en las piernas.

Por lo general, y en su día a día, los toreros conceden mucha importancia a su preparación física y recurren al trabajo de Fisioterapia para la recuperación de lesiones, la puesta a punto y el entrenamiento diario o para la recuperación y vuelta a los ruedos tras un posible percance. De hecho, algunos toreros como Enrique Ponce cuentan con un fisioterapeuta de confianza al que acuden con regularidad o que incluso llevan consigo de forma permanente durante toda la temporada.

Destacan desde el colegio de fisiterapeutas que las lesiones menos frecuentes son las inferidas por asta de toro siendo mucho más habituales los vicios posturales en hoteles y coches de cuadrilla debido a los largos desplazamientos largos así como en tentaderos y festejos, siempre con la presión psicológica y el estrés como elemento común.