En la plaza de toros de Alpuyeca, Morelos, con casi lleno, se han lidiado dos toros de Los Encinos, del Notario Eduardo Martínez Urquidi, cuatro de San Maximiano, propiedad de Don Rogelio Chávez, y dos de Felipe González, variados en juego. Indultado un gran toro de Los Encinos, segundo del Maestro Pablo, lidiado en quinto sitio, número 82, de nombre Enamorado con 540 kilos.
Pablo Hermoso de Mendoza: Dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos.
Pedro Louceiro hijo: Silencio y bronca.
Horacio Casas: Vuelta al ruedo y ovación.
Rodolfo Bello: Oreja y ovación.
Resultó muy vergonzoso, muy penoso, muy lastimoso, increíble, que la siempre bella,Lilia Abarca, la gran dama de la socialité mexicana, quien se distingue por su exquisita educación, su inigualable don de gente, que es ponderada aquí y allá por ser la ecuanimidad hecha realidad, la viva representación de la serena inteligencia, ahora que es empresaria taurina, jerarca de este monumental coso morelense, se comporte justamente al contrario de lo que siempre ha sido su vida; como si con ello pretendiera conquistar un lugar en la gran Fiesta.
No podía creerlo, me sentí tan avergonzado, tan frustrado de verla cuando me llenó de tantos insultos que aparecían sin parar, negándome una acreditación de una manera tan soez, tan ausente de toda propiedad, llevando consigo la bella Lilia una envoltura de energúmeno, que en nada... absolutamente en nada se parecía a esa hermosa dama que todos conocemos, y en lo particular, admiro.
¡Nadie!, que sea una persona cabal, inteligente, ética, sincera, honesta, se atreve a agredir a sus semejantes por haberle marcado, de forma respetuosa y con cariño, un error para mejorar; antes al contrario, se busca de inmediato a la edificante autocrítica para convertir ese error en un aleccionador acierto, pero lamentablemente la verdad le incomodó, y quizá su molestia sea consecuencia por aquella crónica que escribió mi colega y amigo, Rodolfo Ramírez, cuando le señaló que teniendo todas las posibilidades para ser la mejor empresaria, no lo ha conseguido, pero eso no implica que no lo pueda ser. Ahora no es una buena empresaria, pero algún día lo será, lo que deseo con cariño y respeto.
Doña Lilia, la gente inteligente no agrede, da argumentos; y no se enoje, porque en verdad se ve usted requete fea así, y siendo tan bella para qué enfadarse, sobre todo,si no se tiene la razón.
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Nota al calce: Agradecemos su apoyo al Matador Horacio Casas, ya que gracias a él pudimos entrar y cubrir este festejo.
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