Conquista de nuevo al exigente público portugués y da cuatro vueltas al ruedo
Diego Ventura ha cuajado una gran actuación en Lisboa, donde ha hecho las delicias del exigente público portugués con dos faenas muy completas, presididas ambas por la pureza y el buen hacer a caballo. Ha dado cuatro vueltas al ruedo (premio máximo en estos festejos a la portuguesa) y ha salido a hombros por la Puerta Grande.
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| Fotos carlos Nuñez texto Toromedia |
La actuación de Ventura comenzó a un altísimo nivel y así se mantuvo hasta el final. A su primer toro lo paró con Maletilla de forma sensacional, doblándose de manera increíble con este caballo y logrando levantar al público de sus asientos. En este tercio templó en todo momento y siempre fue de frente, dando todas las ventajas al toro, sin tomarse una siquiera él. Siempre esperaba que el toro se le arrancara para cuartear de forma excepcional.
En banderillas comenzó con Nazarí galopando de costado al milímetro. Es imposible dejar que el toro llegue más cerca del caballo sin que lo roce: esa perfección la ha logrado Ventura a lomos de este animal excepcional. Templando hasta el infinito daba vueltas al ruedo con el público completamente entregado. Con este caballo colocó dos banderillas de frente, con gran pureza y rectitud, sin tomarse el rejoneador ninguna ventaja.
Cuando sacó a Distinto fue ya el acabose. Colocó con él dos palos que provocaron la locura en la plaza. La forma de citar especial de este caballo, esperando con inmenso valor a que el toro se le arrancara impactó una vez más en el público. Hubo una tercera suerte, ya sin banderillas, en la que puso al caballo en la puerta de cuadrillas y al toro debajo de la presidencia, esperando de nuevo a que se arrancara su enemigo y quebrándolo a la perfección. De este modo, Ventura concluía su conquista de Lisboa. El público, puesto en pie, le obligó a dar dos vueltas al ruedo.
La faena al quinto no le fue a la zaga. Paró al toro con Buena Víbora doblándose muy bien y clavando dos ferros compridos, adornándose con dos piruetas después de ir siempre de frente y de batir muy bien abriendo la mano.
A pesar de que este toro fue más complicado por reservón y por ponerse por delante, Ventura tiró de magisterio para hacerle una faena que de nuevo llevó la emoción a los tendidos. Lo logró con Sueste primero, caballo que estuvo magnífico clavando dos palos muy buenos en los medios, batiendo de forma espléndida.
Completó su actuación con Morante, con el que puso dos palos más otros dos a petición del público, adornándose después con sus habituales bocados. El público volvió a vivir con gran intensidad esta faena y premió a Ventura con otras dos vueltas al ruedo que le permitieron salir a hombros por la Puerta Grande de Campo Pequeño.
FICHA DE LA CORRIDA:
Plaza de toros de Campo Pequeno. Casi lleno.
Se lidiaron toros de María Cortés de Moura, buenos
Rui Salvador, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
Diego Ventura, dos vueltas al ruedo y dos vueltas al ruedo.
Francisco Palha, dos vueltas al ruedo y dos vueltas al ruedo .
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