El bolsín del carnaval de Ciudad Rodrigo pasó por casa de Cuadri

Nunca había venido al Sur el Bolsín Mirobrigense, en su quincuagésima edición lo ha hecho y seguro que no se arrepienten.

Ambiente de tentadero, de seriedad, de competición sin malos rollos,

18 chavales 18 ilusiones, bien por todos

Castilla la brava vino a ver a los "curritos", todos aprendimos.

Que buena quinta, la prima de Aragonés.

Ahora se caerán 6, difícil decisión

A Huelva vinieron:

Antonio Molina, Miguel Cuartero y Diego Fernández de la escuela de la Fundación el Juli

Francisco Javier Sánchez, Rubén Ramos, Jaime Bermejo, Sergio Rodríguez de la escuela de Salamanca.

Clemente González González y Alberto López Simón de la escuela de Madrid.

José María Alonso de la escuela de Guadalajara, Alberto Pozo Ruiz y José I. Rodríguez Barbe de Albacete, Jesús García Pérez de Valencia,

Javier Jiménez Avecilla de la escuela de Espartinas, Pablo Santana San Juan de Valladolid, Ángel Jiménez Martínez de Sevilla.

Raúl Hernández Cámara Y Daniel Torres Sonyeba

Tarde de placeres sencillos, de buenas maneras, de educación campera, de saber estar y aprender a hacerse torero.

Contaban los cabales de la casa, que ni cuando se rodó la sombra del Litri, se vio tanta gente en "Cabecilla Pelá".

Si un día tenemos nuestra escuela, saldrán o no toreros, pero gente educada, respetuosa, agradecida y entregada tienen que salir. Un ejemplo los de la Fundación el Juli, los de Espartinas, los de Madrid, los de Albacete... todos.

!8 chavales, alguno con mucha de su gente por detrás. Tres toreros por becerra, por sorteo, dos la paraban y ponían, el tercero empezaba con la muleta, las series intermedias las daban los del capote y cerraba otra vez el que había empezado.

18 llegaron a la Pelá, 57 empezaron en la ciudad mirobrigense, esta noche quedaran 12 para ir mañana a lo de Criado en Merida, de los que saldrán los nueve que iran a la final donde se jugaran los cinco puestos del festejo de Ciudad Rodrigo

Siete añojas de Cuadri, muy justas de fuerzas y que se dejaron con picardia, muy buena y noble una silleta que salió quinta, pariente de Aragonés, del mismo son, morro por los suelos, embistiendo con todo y al final enterándose y queriendo irse.

Los chavales bien, muy educados, sabiendo estar, eso es ya suficiente, alguno además sabiendo andar delante del exijente ganado santacolomeño, alguno tramposón, otros apuntando maneras de figura, otros medrosos en exceso, toso ilusionados, nerviosos. Un dato , me colocaron en el burladero y en dos ocasiones tuve que recordarles el número a los chavales cuando los llamaban, estaban entregados. ¡Que ilusión en sus caras, que nervios, que tensión, que envidia, que placer querer ser torero y que te dejen intentarlo!

Yo no voy a alabar a Cuadri, lo hicieron ellos, alguno con lágrimas en los ojos, la organización del bolsín supo agradecer el esfuerzo, a contraestilo de la casa, pero una palabra dada es un valor seguro en algunos ganaderos y Cuadri no se cayó del cartel como algun otro que además tendría más motivos e intereses para acoger a esta gente del toro del campo charro.

A los chavales decirles que, en el campo, el capote es una arma que maneja el ganadero, que mejor tres capotazos de menos y doblarse por abajo, que, en la muleta, hay que dar tiempo y que hay que cruzarse, en el campo hay que dar ese paso más que nunca, acostumbrarse a los terrenos del riesgo y la verdad. No creo de todas formas que ninguno olvide esta preciosa y fría tarde de invierno en "Cabecilla Pelá"