Cuantas emociones |
Parece mentira, lo que no pasa es los medios, simplemente no pasa, ni internet, ni blogs, ni twitter pueden remediarlo
Si se quiere hacer oidos sordos a una noticia esta no aparece y simplemente no ha sucedido.
Ayer saltó la noticia de hace un año, Ha muerto Martín Vigil, para mi es como si hubiere muerto hoy
El escritor, "narrador de historias" marcó mi pubertad al ponerme en suerte novelas que no me dejaban leer, Un sexo llamado debil, La vida sale al encuentro, junto a otros escritores malditos pero excelsos de la libreria de mis padres.
No era yo lector entonces de autores sino de libros, me iba a todo aquel cuya portada aparecía atractiva, La familia de Pascual Duarte, Con él llego el escandalo, la obra de título acertado, Edad Prohibida o aquella de sentido taurino "Iba para figura", del propio Vigil eran mis elecciones para las tardes de "estudio".
No sabía quien escribía los libros que me formaban, bueno sí, conocía a Marcial Lafuente Estefania, y al que decía tacos en la tele un tal Cela Luego me dijeron, que el autor de La vida sale al encuentro era un cura rojo y además maricón. Definitorio.
Lo hacía muerto desde décadas, pues no, era sólo un muerto civil. Como en el vacio tribal al apestado, el cura loco era traslúcido, no interesaba a nadie, a la iglesia por rebelde y por homosexual, no interesaba a los progres por católico y consecuente, no interesaba a las editoriales por independiente y sagaz, a la sociedad por presunto pederasta. Este Jesuita se orinó en todas las macetas y eso ha provocado una lenta muerte en el anonimato a los 91 años, Un recuerdo por las tardes de lecturas furtivas, donde sus libros se agazapaban debajo del de Cosmos o Matemáticas de 7ª de EGB mientras don Julián se empeñba en que leyese al cura rijoso que es el Arcipreste de Hita
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