«Nunca pienso desvincularme del toro»
Tras más de una década en el escalafón superior, el diestro cacereño se cortará la coleta ante sus paisanos el próximo sábado, 2 de octubre
Disfrutar al máximo. Ese es el sueño del torero Manolo Bejarano (Cáceres, 1974) para el próximo sábado. Ese día se despide de los ruedos tras once años como matador de toros, desde que tomase la alternativa en su ciudad natal en 1999. Más de una década en el escalafón superior y veinte años de su vida dedicado en cuerpo y alma al mundo del toro. Aunque ha sido una decisión complicada, el cacereño no abandonará del todo los ruedos pues desde hace cuatro años, está al frente de una empresa que organiza espectáculos taurinos. Además tiene intención de vestir de corto y torear algún que otro festival.
-¿Cómo se encuentra estos días previos a su retirada?
-Muy bien, tranquilo e ilusionado pero a la vez muy mentalizado en disfrutar que es de lo que se trata realmente. Para ello hay que estar preparado física y mentalmente y eso es lo que estoy haciendo porque va a ser un día emocionante, de muchos recuerdos, sobre todo de las personas que me vieron nacer como torero pero que, por desgracia, no me van a ver terminar mi carrera. Esa tarde se la quiero dedicar sobre todo a mi cuñado Benito, a mi padrino y a mi padre.
-¿Ha sido una decisión difícil?
-Llevo tiempo pensándolo porque en los últimos años he toreado poco. Ha sido muy decisión muy difícil porque llevo 20 años toreando, pero a todo el mundo le llega su momento y es mejor hacerlo ahora que cuando ya se hubieran olvidado de mí. Me retiro con toda la dignidad que creo que he llevado en mi profesión durante más de una década.
-Se corta la coleta en la misma plaza en la que se doctoró...
-Sí, es muy especial porque es la plaza que me ha visto crecer como torero y en la ciudad que más quiero del mundo, delante de mi familia, mis amigos y las cámaras de televisión. Ojalá que los toros embistan para dedicarles una gran tarde.
-¿Seguirá vinculado al toro?
-Nunca pienso desvincularme del toro, del campo, en definitiva de mi profesión. Seguiré vinculado porque tengo una empresa de espectáculos taurinos y además voy a estar dispuesto a torear festivales benéficos o con menor responsabilidad porque los toreros necesitamos torear, soltar esa adrenalina.
-Ahora se volcará más en su empresa taurina...
-Me voy a centrar más en ella. Lo único que pretendo, y que por ahora estoy consiguiendo, es hacer las cosas bien, darle seriedad y categoría a los espectáculos taurinos y sobre todo dignidad a los toreros y al ámbito taurino. Mis intenciones son seguir siempre por ese camino. Ahora que estamos en un momento duro hay que trabajar más, pero sé que llevándolo con afición y con ganas todo va a salir adelante.
-¿Ha pensado alguna vez en apoderar a algún novillero?
-Lo he pensado y me ha llamado la atención, es algo que puede surgir en cualquier momento, pero no lo puedo decir porque no lo sé. No lo descarto pero tiene que ser un torero que me ilusione, que me vea yo reflejado en él, para que sus triunfos sean también los míos. Entonces sí, es una faceta que me apasiona y me gustaría.
-Con todo lo que ha aprendido a lo largo de su carrera ¿qué le diría a un joven que empieza ahora?
-Que nunca pierda la ilusión y que tenga mucha afición. Es cierto que hay muchos sinsabores y que es muy duro, por lo que el chico que empieza tiene que ser muy fuerte mentalmente. Pero es cierto que cuando llegan los triunfos compensan todo lo malo, no se cambia por nada del mundo el momento en el que algo sale bien, aunque sea en un tentadero o en una plaza cortando las dos orejas. Esos momentos son mágicos y únicos. Les animo a seguir con afición, les deseo suerte y les pido que se tomen la profesión con seriedad.
-¿Con qué momento de su trayectoria se quedaría?
-Con muchos. El día de mi alternativa, los triunfos cosechados en Madrid, los de Cáceres... pero también con las cogidas, porque he sido capaz de superar esas vicisitudes y eso también es importante. Me quedo también con el día a día, porque la afición de mi ciudad me trata como un torero y creo que me he ganado su amistad, cariño y respeto.
-¿Cambiaría algo de su vida profesional?
-Cambiaría cosas pero lo hecho, hecho está. Hay cosas que quizás no se han hecho debidamente. No es cuestión de arrepentimiento, mi carrera está hecha así, así la he llevado y no vale la pena pensar en 'qué podía haber pasado si...'
-La región atraviesa un buen momento taurino, pero es cierto que usted fue un torero precursor de toda esta 'edad de oro' y que empezó cuando no había Escuela Taurina ni tantas facilidades...
-Me alegra que me digas eso porque es una verdad como un templo. Estoy muy orgulloso del momento que atraviesa Extremadura en cuanto a toreros pero es cierto que hace 10 ó 12 años no había nadie. Estábamos prácticamente Antonio Ferrera en Badajoz y yo en Cáceres. Ferrera es 'culpable' de que haya esa afición desmedida y ha sido un pilar fundamental en la fiesta, pero yo no me considero menos pilar, he tenido mi momento y mis seguidores. Ha habido momentos en los que la región ha estado pendiente de mí y me considero un pilar importante en la afición taurina.
-Ha tirado usted del carro...
-Sí, y la afición ha seguido, es reconfortante. Aunque ahora haya ciertos programas de televisión que no se acuerden de mí, aunque eso es algo que sé yo y con eso basta. He tenido mi momento y he sido también 'culpable' de que haya esta afición tan buena en Extremadura.
-Como cacereño, ¿qué cree que le hace falta a la afición de su ciudad para 'despertar'?
-Es cierto que últimamente la veo muy apática en cuanto a lo taurino. Lo que yo haría es tirar de la juventud. Sería muy bueno que las instituciones públicas creasen aquí una Escuela Taurina para formar futuros toreros y fomentar a la afición que está dormida. Tenemos que empezar por una base, que haya chicos que se apunten a la Escuela, que a esos chavales les acompañe toda su familia y sus amigos. En estos momentos tan complicados para la fiesta tenemos que sobreponernos, tirar del carro y decir que la cultura taurina está por encima de muchas cosas. Si las instituciones creasen una Escuela Taurina crearían una afición sólida y que ilusiona.
-Por último, ¿algún deseo especial para el sábado?
-Disfrutar, porque si yo lo hago lo hará mi familia, mis amigos y la gente que venga a verme. Quiero disfrutar al máximo cada momento, cada muletazo, la comida con mi cuadrilla, el paseíllo... Va a ser todo muy emocionante y no sé si voy a ser capaz de contener la emoción.
-Y, si es posible, que no se vea mucho cemento ¿no?
-Las personas que vayan no se van a arrepentir y no se van a ir desencantadas medio que un toro embista. Que no vaya a torear más no quiere decir que vaya a tirar las cartas, tengo mi profesionalidad y voy a dar el 'do' de pecho y estoy mentalizado así. Ojalá que todo salga bien y que la gente disfrute. Además quiero dar la enhorabuena a la empresa y al Ayuntamiento porque los precios son fabulosos para empezar a crear afición.
ESTEFANÍA ZARALLO ezarallo@hoy.es | CÁCERES.
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