Paco Hidalgo sale a hombros en su debut vestido de luces.
Magnificada novillada de Garzón en Espartinas con importante toreo de Manriqueño.
Seis erales de hermanos Garzón apropiados y de buen juego destacando segundo tercero y cuarto. Media plaza en novillada sin caballos que sirvió como clase práctica. Verónica Rodríguez de la escuela de San Fernando, de nazareno y oro dos orejas, Fernando Adrián de
Entretenida la tarde que pasaron los muchos onubenses que peregrinamos hasta la provincia vecina y el pueblo amable que es Espartinas en busca de un torero. A fe que lo encontraron en Paco Hidalgo que debutaba de luces, no se afligió el choquero de raíces villalberas ante la bronquedad y las dificultades de un eral, que si era el más chico de la tarde es verdad que no dejó confiarse en ningún momento al chaval. No se pudo gustar en los lances de recibo pues el eral salía suelto de los lances y era incierto en sus embestidas. Con la muleta demostró sus virtudes, empaque, gusto, firmeza y obediencia, en este momento de su carrera es loable que sepa escuchar, y así lo hace el fino torero onubense. También dejó señalados los caminos por donde prosperar, la colocación, los terrenos, las apreturas y el genio que hace falta para dar el paso alante. Hoy es el inicio de un camino que debe llevar al torero de la tierra a alcanzar las importantes cotas que su gusto y su afición nos hacen vislumbrar. Buena conexión con el tendido donde además de un autobús cargado de choquero se salpicaba con vecinos de Villaba del Alcor que querían arropar al debutante con el traje de luces en la tarde otoñal.
Del resto del sexteto nos quedamos con el gusto y la pureza del concepto del Manriqueño, este chaval nos gusta, desde el momento que es el único de los anunciados en el cartel que lleva apodo y tan gentilicio ya nos tiene ganados pero además sus formas y evolución nos hacen presagiar lo mejor. Listo en la estocada al encuentro y puro en todo lo demás.
Buen oficio y firmeza de Verónica, buenas formas ante un novillo al que le faltó humillar un pelín más.
Ante el buen segundo nos agradó el toreo a la verónica de Adrián, que supo culminar una faena de altibajos en terrenos de cercanías y verdades.
Dorian está para singladuras de mayor envergadura, anda sibrado de técnica y de recursos, demasiados nos da la impresión, tiene una izquierda de poder y de cortijos y ante el mejor toro de la tarde supo estar enfrente y bien el francés.
Crsithian Valencia formó un alboroto, se fue a portagayola, banderilleó con una silla en el ruedo, pego manoletinas. Bernardinas, y se llevó algún apretón. Entendemos positiva la variedad de formas y estilos en esta fase de aprendizaje donde la uniformidad es uno de los peligros, y no el menor.
Volvemos de Espartinas soñando que Huelva puede tener un torero y paladeando el gusto de Juan Solís, sueños de torero, sueños de grandeza.
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