Este hombre nunca quiso ser otra cosa que tercero, ni antes de ser profesional soñó con ser figura del toreo, ni una vez con el carnet en el bolsillo aspiró a manejar el capote de lidiador. Hijo de un tercero de referencia durante los setenta, ochenta y noventa en la provincia, Pedro Muriel padre, tuvo muy claro desde siempre que quería ser hombre de plata y ocupar ese sitio de timonel en la cuadrilla. El equilibrio entre los lidiadores, el “descolocao” en las habitaciones de hotel, el último asidero cuando el toro dobla, el banderillero de izquierdas y el hombre que se presta a las otras cuadrillas para cortar en el toro que precede al de su maestro. Poco hablar con el maestro en la plaza, nada de gritos, de consejos, las miradas bastan. Una palabra siempre en los labios: respeto, respeto a si mismo, al compañero, al toro, al público al matador.
Enrolado en la cuadrilla de Curro Díaz es uno de los profesionales de Huelva que más torea
Me acordaba de pedro Muriel estas últimas tardes mientras leía “Lo que queda del día”, una novela de finales de siglo XX que deambula entre lo costumbrista y lo histórico, escrita por Kazio Ishiguro, inglés a pesar del nombre, y que aborda la sabia y silente dignidad, íntima y aparente, de un escudriñador mayordomo que se desenvuelve entre Lords, Ladys, nazis y demás hijos de la Gran Bretaña durante la gran guerra y sus secuelas.
Me acordaba y me fui a verlo, sabía donde encontrarlo, la plaza de toros de Huelva es su lugar habitual en las mañanas que no torea. El subconsciente es vivo y el eficiente y tópico mayordomo me recordaba a este Pedro Muriel, Huelva, 15 de Marzo del 1976, porque el subalterno atesora esa serena dignidad colaboradora tan alejada del servilismo. Su lugar en el mundo lo encontró siendo tercero de una cuadrilla de subalternos, la sencillez de su función le otorga merito a la destreza, sencillez a la ejecución y discreción en la grandeza.
Tras quince años de sus primeros pasos junto al matador onubense Paco Barroso, tras recorrer el escalafón junto a Luis Vilchez, Javier Conde, Davila Miura, Fernando Cruz y ahora con Curro Díaz, o sentirse importante toreando con Juli, ha toreado numerosos festivales con Litri, la madurez nos trae un hombre sencillo con cornadas de espejo, maneras de señor y ganas de consolidarse.
¿Por que Tercero?
Por muchas cosas, mi padre era tercero, mis recuerdos son de tercero, no quise ser torero y no cogí el capote hasta muy mayor, junto a las banderillas, me siento a gusto, estoy reconocido.
¿Es tercero menos que primero o segundo?
No, nadie es menos que nadie, cada cual tiene una función en la plaza y todos debemos estar lo mejor que podamos para que el engranaje funcione.
¿Como planteas la temporada?
Ya he toreado más de diez festejos, Sevilla, Madrid dos tardes…Estoy colocado con Curro Díaz, y Fernando Cruz, como están ambos en el grupo B puedo torear suelto alguna tarde, con Yiyo, de Granada, he toreado algún día, novilladas… Si no pasa nada acabaré toreando cuarenta o cincuenta tardes como los últimos años.
¿Estás a gusto en este momento de tu vida profesional?
Mucho, voy con matadores que van en categoría, plazas de responsabilidad, Curro Díaz y su apoderado Ignacio González son muy serios y tienen una trayectoria importante. Con Fernando cruz igual En la cuadrilla muy buen ambiente, yo me he incorporado el último junto a un picador y me he encontrado un buen ambiente.
¿Es especial cuando toreas con Litri?
Si, se va con un torero que ha sido figurón, muy respetado, muy querido, tiene vitola de figura y humanamente es un fenómeno. Es bueno torear festivales, te pones al día, te sirve de escaparate, te placeas.
¿Se entrena el oficio de dar la puntilla?
Hubo un tiempo que iba al matadero, después lo prohibieron y ahora sobre todo es cuestión de seguridad y experiencia, el puesto de tercero es uno de los puestos donde los años te dan experiencia y templanza y todo esto te consolida.
¿Has toreado mucho en La Merced?
Las corridas de Paco Barroso, alguna novillada y quizá te diría que he toreado más con el Bombero Torero que en espectáculos serios. Es una feria cerrada con figuras y o vienes colocado con una o no toreas. Ahora, te digo que si contáramos las horas que he echado entrenando, me tendrían que dar un burladero para mi sólo
¿Haces poco campo, un tercero no suele ir a tentar?
No, ahí van los lidiadores, sólo si se mata un toro a puerta cerrada va el tercero, por eso tengo qu ntrenar todos los días
¿Una tarde que recuerdes con especial cariño?
Las tardes de gloria de los banderilleros son las tardes de triunfo de nuestros matadores en plazas importantes, lo demás es equivocarse. Recuerdo en Pamplona, una tarde que Eduardo Davila Miura cortó dos orejas de mucha importancia y la cuadrilla fue un reloj
¿Y la tarde que levantas un toro con la puntilla, esas miradas del matador?
No me preocupa la mirada, me duele por mi profesionalidad, mi orgullo se resiente, me duele que se minimice un triunfo por mi causa, es doloroso. Nosotros arriesgamos mucho, muchas veces el toro se echa de manso, no por el daño que le ha hecho la espada y tienes que arriesgar, primero tu físico y pisar terrenos y distancias de riesgo y siempre mirando que tienes unos milímetros a máxima tensión para dar el cachete. Hay muchos percances, no siempre con repercusión
La cornada
Gajes del oficio. ( se pasa la mano por la cicatriz de la barbilla. Tengo dos graves, ambas por fallo mío, muy al principio de mi carrera.
¿Ganadería difíciles para banderillear?
Hay muchos tópicos, yo me las visto con corridas de Juanpedro o de Zalduendo muy complicadas y sin embargo recuerdo uno de Cuadri en Madrid al que le puse un par muy importante, hay que entrar decidido y sin miedo, aunque el toro sea muy serio así sale siempre la cosa bien
¿Sevilla o Madrid?
Para torear Sevilla, para triunfar Madrid, la repercusión es tremenda en Las ventas
Has toreado mucho en Francia, ¿Es distinto?
Allí hay más justicia, se premia al que triunfa y se castiga cuando están mal, se cuida mucho la fiesta
¿Corridas duras, corridas comerciales?
No veo la diferencia, en la corrida más difícil se perdonan más cosas, en la que parece más cómoda se exige la perfección. He toreado muchas de ambas y todo depende del sitio donde se pone el torero y cuanto está dispuesto a arriesgar
¿A que has dicho que no en el toreo?
A la indignidad, la falta del respeto, a quien ha querido ponerme un precio, la poca vergüenza de mucha gente del toro y de flos alrededores, de querer hacernos ver las cosas que no son. Me he quedado en casa muchas veces Ahora me alegro, la dignidad siempre te lleva al buen fin
¿Por que torero?
Por mi gente, por que me enganchó desde chico ver a mi padre, a Miguel Conde a Manolo Contrerás, a Carvajal. En Huelva hay grandes profesionales, pero estamos detrás de una piedra y es difícil salir, es una lástima.
¿Como está el toro en el 2010?
Afectado por la crisis en lo profesional, sobre todo en los pueblos con muchos menos festejos, artísticamente a un nivel altísimo, las ganaderías son más inestables, será más difícil, los profesionales como nunca, Carretero, Curro Molina… mil nombres se me vienen que marcan la pauta
Un sueño
Vivir de esto, seguir viviendo de esto, e intentar disfrutar del toro junto a una figura del toreo.
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