| El toro español ha vuelto. | |||
| Su ruedo ya es toda España. | |||
| . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . | |||
| Si ayer saltó en Barcelona, | |||
| si en Madrid ayer saltara, | |||
| mañana lo hará en Sevilla, | |||
| lo hará en Asturias mañana. | |||
| Su paso será una hoguera, | |||
| su arremetida una bala. | |||
| No habrá oscuros que lo lidien, | |||
| no habrá picas, no habrá capas, | |||
| banderillas que lo doblen, | |||
| estocadas que lo hagan | |||
| morder el polvo, mulillas | |||
| que lo arrastren. ¡No habrá nada! | |||
| Sólo su hervor y una nueva | |||
| —189→ | |||
| lumbre en los montes de España. | |||
No hay ruedo, para él no hay plaza,
barreras que lo limiten,
hierros que le pongan trabas.
El toro seco del campo,
el de metal de las fábricas,
el de carbon de las minas,
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