Un hijo del Formidable, de aquel banderillero de nuestra infancia y juventud, primera figura de los hombres de plata durante décadas, toreaba en Málaga, Juan Carlos de los Rios anda como el padre, firme con al capote, seguro en banderillas y sobrado del algín kilo. En Málaga la tarde del pasado sábado al ¿respetable? le dio por tomarla con el hombre de las fornidas formas,chanzas, gritos cada vez que lanceaba, expectación de mentira por verlo con los palos, guasa de la mala en una tarde en que el profesioanal estuvo magnífico. Esta gente no honra una plaza de toros, pagar no da derecho más que a disfrutar un espèctáculo.
Desde aquí sólo decirle a Juan Carlos que todavía hay quien aprecia desde una grada cuanto vale un hombre que sabe torear para otro,lancear hacia atras, dejarse ver en un par o taparse por norma, !Bravo, figura¡
En estos mismo día un alguacilillo se debate entre la vida y la muerte, el estado de Christian Baile, el alguacilillo de la plaza francesa de Carcassonne corneado de gravedad el pasado domingo, continúa siendo crítico. Tras la operación de urgencia a la que fue sometido el lunes, provocada por un neumotórax derivado de la cornada sufrida en el pecho y en la que se le extirpó el bazo, ha aparecido la fiebre, por lo que los médicos estudian la posibilidad de alguna infección. Desde aquí que su alma gabacha sepa que también es torero y seguro que era de los buenos, de los que no corren por el callejó, de los serios, de los que imponen sin voces, de los que no vuelan las capas y se alegran del triunfo. Suerte Christian
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