Apuntes de CesarPalacios en las páginas de Las Ventas |
Madrid, domingo 23 de marzo de 2011. Un cuarto de entrada. Novillos de La Dehesilla, desiguales de hechuras, mansos y bajos de casta. Sergio Blanco, silencio en ambos. Gómez del Pilar, división al saludar tras aviso y vuelta protestada. Adrián de Torres, silencio tras aviso en ambos.
Sé que algunos me llamarán loco, que bastantes meses hay de toros en Las Ventas como para adelantar en un mes el comienzo de la temporada. Pero yo propongo que el próximo año, el primer festejo de la campaña madrileña se celebre el 2 de febrero, el ‘Día de la Marmota’.
Porque al igual que pasaba en la película ‘Atrapado en el tiempo’, cada año parece repetirse la historia en la primera novillada de cada temporada. Las mismas caras, el mismo frío en los tendidos, tres novilleros con hambre de triunfo y una novillada de escasas prestaciones esperando en los chiqueros. Con estos mimbres, lógico es que todos los años la moral de los aficionados madrileños tras este primer festejo se encuentre por los suelos sabiendo lo que espera un año más.
Buena tarde de cuadrillas |
Un encierro vacío de casta, con medias embestidas y nulas posibilidades a la que se han enfrentado tres novilleros que se jugaban hacer algo positivo para ganarse un puesto en la próxima Feria de San Isidro.
Por concepto ha gustado una vez más Adrián de Torres. Tras la oreja conquistada en la última novillada del año pasado, el jienense ha vuelto a mostrar que posee una forma de entender el toreo que le puede valer para ser alguien en esto. Pero su lote ha sido en exceso descastado. Su primero le permitió gustarse en el recibo a la verónica y destacó algún pasaje en redondo corriendo la mano con mando y temple. Pero el novillo se orientó y la faena no terminó de tomar vuelo.
El sexto, el de más cuajo del sexteto, se movió sin clase ni ritmo. Adrián volvió a atornillar las zapatillas para intentar torear como si fuese bueno a un novillo que no lo fue. Sin embargo al conjunto le faltó limpieza aunque algún pase por el pitón derecho fue mandón.
Por su parte, por resultado final, el que se ha llevado el gato al agua ha sido Gómez del Pilar, que ha dado una vuelta al ruedo en el quinto, el único animal de La Dehesilla que ha tenido al menos veinte arrancadas potables. Del Pilar se mostró templado en el primer tramo de la faena. Después, cuando el novillo fue acortando sus embestidas, sufrió una fuerte voltereta que sirvió para sacar del letargo a los tendidos. La vuelta al ruedo entre protestas fue su resultado tras pasaportar al novillo de pinchazo y una estocada casi entera desprendida.
Antes, en su primero, tuvo menos opciones con un utrero mansito pero con un punto de casta que protestó cuando se le quiso obligar por abajo. El animal se desfondó y con ello la faena de Gómez del Pilar.
Quien ha pasado sin brillo ha sido el colombiano Sergio Blanco. En su primero se enfrascó en una faena larga y sin eco y con el cuarto se estrelló con un novillo sin clase con el que no pasó de afanoso.
Sergio Blanco: silencio y silencio.
Gómez del Pilar: división al saludar, petición y vuelta al ruedo.
Adrián de Torres: silencio y silencio.
Un cuarto de entrada, en tarde fría y bajo un cielo gris
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