Nos cuenta algún onubense que anduvo por allí que no acabó de romper el ganado de García Palacios para facilitar el lucimiento de los espadas, a pesar de las seis orejas que se cortaron al ganado procedencia Marqués de Domecq. Con apenas media plaza en el plazón de los Califas sólo destacar el buen fin del evento. Un novillo para rejones de Castilblanco, sin raza; y seis novillos onubenses de Albareal, deslucidos, el agua no ayudó. Sergio Galán, oreja. Enrique Ponce, saludos. Finito de Córdoba, oreja. Juan Bautista, dos orejas. El Fandi, dos orejas. Alejandro Talavante, silencio. El novillero local Ignacio González, oreja.
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