El tercero, lidiado con segundo sobrero -y que brindó emocionado a su hermano Luis Mariscal-, fue un astado de Albarreal con movilidad, exigente para el torero. Cortés comenzó en el centro con el péndulo con los pases cambiados y después lo llevó por ambos pitones con un toreo poderoso. El sevillano lo entendió y acertó con las distancias, técnico. Sin embargo, falló a espadas.
Así o cuenta Burladero
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