jueves, 25 de diciembre de 2014

La Venta de Antequera

Anuncio aparecido en ABC
el 18 de Abril del año 1988
Vuelta al primer plano de la actualidad taurina por la reunión que la UCTL convocó la pasada semana en sus remozadas instalaciones, La Venta de Antequera forma parte de la cultura taurina hispalense.
La Venta de Antequera fue lugar de manifiesto de los toros que se lidiarían en la feria, tras tomar el relevo de los corrales de Tablada, al otro lado del río, donde se estabulaban en los días previos a las corridas desde el año 1886.
Y al hilo os planteamos una pregunta de trivial taurino. 
¿Cuando fue la última vez que se pudieron ver los toros que se iban a lidiar en la feria de Sevilla en la Venta de Antequera? 
Y una repregunta con cierta mala idea
¿Y la penúltima vez en que año se produjo?


Reproducimos el sabroso artículo de don Victor Jose  Gonzalez Ramallo
TOROS EN LA VENTA ANTEQUERA 
Don Victor Jose  Gonzalez Ramallo -
La fotografía de hoy nos retrotrae a nuestra infancia cuando nuestros padres nos llevaban en las vísperas de Feria a ver el ganado bravo que iba a ser lidiado en la Maestranza a la Real Venta de Antequera. Si el otro dia  recordarnos la persistencia en nuestros días de parte de los pabellones que configuraban esta singular venta . Pero lo que Sevilla ha perdido, a diferencia de Madrid con los toros de San Isidro en la Venta del Batán, es la posibilidad de ver de cerca el ganado de nuestra Feria.
Primitivamente los toros se exponían en la Dehesa de Tablada de donde eran trasladados a la Maestranza sin ayuda de medios mecánicos, atravesando las calles lo que provocó más de un susto a los viandantes cuando se escapó algún astado.

Más tarde serían los corrales de la Venta de Antequera los encargados de alojar al ganado bravo a la espera de su lidia en la Feria. La Venta fue fundada en 1916 por Carlos Antequera que había sido mozo de espada de don Antonio Fuentes y que acababa de retirarse. Inicialmente estaba al final del Paseo de La Palmera enfrente del Estadio de la Exposición. A raíz de celebrarse está, el hijo del fundador, decidió construir una Venta mucho más ambiciosa en su actual ubicación. Para ello consiguió involucrar a los bodegueros de Jerez para que construyeran a sus expensas pabellones anuncio alrededor de los corrales. 
En nuestra fotografía de hoy podemos observar dos de ellos; a la izquierda el de Sánchez Romero Carvajal, proveedor principal de otro de los pilares de la Feria junto al vino y los toros, el buen jamón; a la derecha y con sus diversas terrazas atestadas de aficionados vemos el singular pabellón de González Byass. Este pabellón se ha venido atribuyendo al arquitecto Antonio Gómez Millán que en realidad fue el encargado de obra siendo el proyecto de José Antonio de Ágreda y González pariente del bodeguero don Pedro González Gordón. Su construcción se dilató entre 1927 y 1929 y en los acabados se emplearon todos los materiales típicos del movimiento regionalista con abundante representación de la cerámica. La torre de esquina estaba coronada inicialmente por una media naranja que se sustituyó posteriormente por una reproducción de la botella de Tío Pepe.
Los pabellones que se construyeron fueron los de las bodegas González Byass, Domecq, Osborne, Marqués de Mérito, Garvey y Agustín Blázquez, este último con un magnífico alicatado interior del ceramista Enrique Orce, y el ya citado pabellón del productor de chacinas Sánchez Romero. 
La Venta obtuvo el título de Real tras una visita inesperada de S. M. Alfonso XIII en 1930. En esa ocasión, regadas con abundante vino oloroso (ignoramos de cual de los proveedores), se sirvieron treinta dos tapas sevillanas (pavías, calamares, jamón, lomo, huevas, huevos al nido, etc.). Esto, que hoy los cursis hoy llamarían menú degustación, se conocía como un "tonteo".
Finalizada la Semana Santa , los aficionados se desplazaban hasta la Venta para inspeccionar las reses bravas que habían sido trasladadas desde la cercana estación de tren de Los Merinales adonde llegaban desde las fincas de las ganaderías más renombradas de Andalucía La Baja. Durante los días de Feria la afluencia se incrementaba formándose largas colas en los accesos a la Venta, empleando los aficionados los más variopintos medios de transporte para llegar hasta Bellavista.
Desgraciadamente desde hace más de treinta años este ritual se ha perdido en Sevilla, quedando la Real Venta de Antequera, tras haber pasado por diversas mano, limitada a ser escenario de comidas y reuniones de empresas 
 Después de pasar por diversas manos, el constructor y ganadero Gabriel Rojas la adquirió, a primeros de los años 70. A su muerte, en 2012, la Real Venta de Antequera es heredada por su sobrina, Lola Rojas, y el marido de ésta, Daniel de la Fuente, quienes con la empresa Arrendalusa han acometido, desde 2013, el proyecto de adecentamiento de todos sus pabellones y jardines.

La intención es que sus puertas vuelvan a abrirse en los primeros meses de 2015, si bien ya hay actividad en sus corrales y placita de toros, ya que todos los jueves acuden a entrenar los miembros del Curso de Aficionados Prácticos que dirigen Eduardo Dávila Miura, Rafael Peralta Revuelta e Ignacio Moreno de Terry.


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