lunes, 1 de octubre de 2012

¿Por que no pasa nada cuando un torero se cae del cartel por que le da la gana?

Que se aplique el cuento quien no tenga buena conciencia.
Algún torero que se caído del cartel por una presunta lesión en la muñeca ha sido visto jugando al tenis esa misma tarde

Es vergonzoso, indignante, antitaurino, inconcebible... ¿Por que un torero se cae de un cartel en el momento en que quiere y sólo tiene que presentar un informe médico, que oportunamente el mozoespás lleva firmado en el esportón desde principios de temporada?
¿Por que este incumplimiento flagrante de contrato firmado nunca tiene consecuencias?

Desde el respeto máximo que otorga a quien se juega la vida a elegir sitio, enemigo y circunstancias. Desde el desprecio mayúsculo a quien se cae de los carteles por que no le viene bien, no le gusta el cartel o ha visto a los cornúpetas y le parecen indignos de su dignidad.

La llamada suele ser a deshora, apoderado, en casos de más enjundia, para los menores el mozoespás mismo.
= Que el torero no  va mañana, (o no va dentro de un rato).
= Que se encuentra mal, que le duele un huevo, (o los dos),
= O que se caga, si la cena de ayer, le habrá sentado algo mal (eso va a ser)
= O que el pisotón del otro día,,, ¿no lo viste? si en la televisada, pues tiene el tobillo como una pelota,
=  Venga, nada, se lo diré. Yo también te quiero
A mamarla, el apoderado, o el mozoespás, se acaban de quitar un problema.
Y el problema ahora es de la empresa.

Luego... luego siempre es parecido
Por un lado, entre los profesionales, complicidades cobardes o impuestas, frases hechas, comprensión de clan, escusas de artistas, sonrisas complacientes, sueldos que no llegan, miradas bajas, palabras falsas y a seguir..., sin rencores, sin levantar la voz, que no es bueno dejar enemigos.

Por otro lado, lluvia en la taquilla, devoluciones, alguien que venga corriendo, más barato, más humilde, más necesitado, que parezca pero no sea..., mucho cuidado!! que lo acepten los otros dos del cartel, que si no esgrimen su propio parte que guardan a buen recaudo en el esportón de las desvergüenzas correspondiente.

Y por el otro la decepción de un partidario, de un viaje frustrado, una ilusión rota. Una imagen que nos hunde, la informalidad como tópico, los peores enemigos dentro.

¿Y que pasa? Nada y eso es lo malo, por que algo debería pasar. digo yo

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