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| Ponemos esta foto por no aburrir |
Lección magistral en Cali
Cali (Colombia), martes 28 de diciembre de 2010. 4ª de Feria. Con mas de tres cuartos de entrada se han lidiado seis toros de Ernesto González Caicedo, bien presentados y de buen juego, destacando primero y segundo, este último premiado con la vuelta al ruedo. Julián López El Juli,dos orejas y oreja. Cayetano Rivera Ordóñez, saludos tras petición en ambos. Santiago Naranjo, que tomaba la alternativa, ovación con saludos y silencio.
Julián López El Juli saludo con unas cadenciosas verónicas y quito por chicuelinas al primero de su lote, un noble animal a cuya embestida le faltó transmisión, armo con la muleta un auténtico lío ante este animal. Comenzó su faena clavando literalmente las zapatillas en la arena para instrumentar la primera de las series. Luego siguió un toreo templado ligado y de mano baja por ambos pitones, adelantando siempre el engaño en sus cites para conducir al morlaco de alante a atrás. Ya en el final de su faena se adornó con circulares con varios invertidos y unos garbosísimos ayudados por alto antes de volcarse sobre el morrillo para echar al animal patas arriba y sin puntilla.
Diferente condición la del cuarto, un animal que embistió rebrincado y echando la cara arriba y al que Julián supo taparle los defectos. Mató de nuevo de otro espectacular espadazo.
Se gustó con el capote Cayetano tanto en su saludo a la verónica Cayetano como en su quite por tafalleras que remató con una larga afarolada a su primero, un animal de noble pero sosa embestida con el que anduvo decoroso en un trasteo en el que faltó algo mas de ajuste en sus muletazos, recetándole una muy buena estocada. El quinto derribo al caballo, perdiéndose mucho tiempo hasta conseguir ponerlo en pie. Embistió siempre corto aunque humillando, desarrollando cierto sentido, lo que dio más de un susto al torero. Una estocada entera, ejecutada habilidosamente hizo efecto con rapidez.
No tuvo suerte Santiago Naranjo en la tarde de su alternativa, a pesar de que el toro de la ceremonia fue una auténtica babosa que supo muy bien aprovechar, consiguiendo buenas tandas de muletazos por uno y otro pitón. Pudo incluso haber tocado pelo de no haber fallado con la tizona. Al que cerro plaza le inició la faena sentado en el estribo, para torear luego, ya en los medios un par de tandas por naturales a las que falto algo de ligazón. Tras probarlo en una tanda por el derecho se llevo de nuevo la franela a la mano izquierda. No consiguió nunca terminar de acoplarse con la res. Concluyó con unos ayudados por alto antes de liquidar al animal de estocada casi entera algo desprendida y un descabello.
Lo cuenta Cope
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