Agosto en diez muletazos
La cuadrilla se ha tomado unas semanas de vacaciones. La temporada taurina estaba mientras en ebullición, aunque el reposo de los subalternos, que a nosotros me refiero, beneficia la perspectiva y permite analizar el mes de agosto con más sosiego. Se me ocurre desglosarlo en diez momentos sin orden jerárquico.
1.- José Tomás permanece intratable y saborea la plenitud. Su temporada es apabullante, pero se resiente de las ventajas estratégicas. Ni torea en los puertos de primera ni se codea con los rivales que más inquietan su liderazgo.
2.- Morante de la Puebla ha caído en el Puerto y en San Sebastián de los Reyes. No tanto por la desmesura del valor, que le sobra, como por la torpeza. Es, en mi opinión, el gran protagonista de la temporada. Y uno de los pocos, poquísimos, que a uno lo hacen viajar con hormigueo. Porque su tauromaquia es generosa e imprevisible.
3.- Enrique Ponce arrolla. He perdido la cuenta de las salidas a hombros, de los toros indultados, de los rabos. Fernando Bermejo tiene razón cuando lo compara con Raúl. No hay modo ni razón para jubilarlo. Responde siempre. Me interesa más con los toros malos que con los buenos.
4.- Perera está centrado, madura, torea despacio y maneja la izquierda con asombro. Cepeda ha sabido inculcarle que el capote también puede mecerse, además de agitarse. Sus faenas se parecen demasiado entre sí a cuenta del dogma del arrimón. Un pecado venial que exacerba Castella en su temporada mecánica de resurrección.
5.- Cayetano estaba descolgado del pelotón. No terminaba de encontrarse ni de intervenir en la temporada. Agosto lo ha despertado y lo ha habituado a la 'rutina' de las puertas grandes. También ha puesto en evidencia su empaque y su hondura.
6.- Siempre he visto Manzanares por encima de los toros. De los buenos y de los malos. Es un torero equilibradísimo entre la técnica, la estética y el valor. Quizá alarga demasiado las faenas banales, pero ha progresado hasta convertirse en el torero que cerraría -por orden de antigüedad- mi cartel ideal de 2009: José Tomás, Morante y Manzanares.
7.- El Juli es un superdotado, pero está descuidando las formas –me refiero a la estética y a la torería- tanto como está abusando de su poder. A fuerza de someter a los toros los revienta y los agota en la primera tanda.
8.- Me alegra el regreso de Juan Mora. Que es el regreso de una generación... perdida. No hay toreros de cuarenta años en el escalafón, con la noble excepción de El Fundi. Y esa son las edades en las que siempre han madurado los maestros de referencia.
9.- No he visto a El Fundi. Mis razones tengo.
10.- He visto a Tendero. Accidentalmente. Y con optimismo.
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