Y los toros bravos, cuando mueren,¿Sabes tu donde van?

Los mansos son carne y se hacen carne
Las lágrimas son agua y van al mar
Dime, mujer, y los toros bravos, cuando mueren
¿Sabes tu donde van?

Cada toro bravo tiene su sitio en el acervo de la fiesta brava. Todos, siempre, los buenos y los malos, en la satisfacción íntima de un ganadero.

Los que triunfan o ayudan a un triunfo viven siempre en la retina del aficionado, en el recuerdo o en la sala de trofeos de un matador, en la memoria torera de una cuadrilla, incluso en el azulejo del patio de arrastre una plaza.

Hay otros toros que no rompen, "por que no están de romper", no está fino el espada, no está la plaza para la bollos, no se alinearon Jupiter y Neptuno en Sagitario....,

Esos toros sólo quedan en la libreta de hule de un mayoral, en un burocrático orden de lidia, en las reseñas a vuela pluma de los revisteros y en el alma de algún aficionado, que vio lo que el torero no vio o no supo ver o no quiso ver.




Otros toros, privilegiados, que escuchan en el patio del desolladero, "a ese sálvale la cabeza", además perviven tras pasar por el taidermista.

Liego cada cual cae donde cae

Uno de estos, Limpiosito de El Excelentísimo Conde de la Maza" ha ido ha hacerse eterno en la casa del Rocío de Manolo García "El Niño Rico" viendo alegría y fiesta a su alrededor.

Se lidió  en la Real Maestranza de Caballeria de Sevilla como utrero el 4 de mayo de 2008. Domingo. En una novillada con picadores. del Abono de ese año.

Esto dice el orden de lidia faciitado por la plaza a los plumilllas que por allí anduvimos

6.- Limpiosito, nº 49, castaño, 497 kilos. Sobrero. Conde de la Maza.
Castaño, pelo no extraño en esta ganadería de gran variedad, gargantillo, bociblanco bien plantado de trapio en cara y cuajo y que dio buen juego, sin acabar de acoplarse con él el jienense Venegas

Era una novillada del hierro de Peralta, remendada con dos del Conde. Este salió en sexto lugar, en lugar de su hermando de camada que se lesionó en banderillas. 


En nuestra reseña, por pluma de Conchita Rodríguez,  dijimos 

Al sexto, otro ejemplar del Conde de la Maza, le dio muletazos por ambos pitones, aunque no transmitía nada, él lo siguió intentado hasta el final, llegando a aburrir a un público que estaba harto de ver una faena tan larga que no decía nada. Se le premió con una ovación por el esfuerzo realizado.
Manolo Viera lo vio así
La faena de Juan Carlos Venegas al sexto condeso, lidiado como sobrero, resultó algo aséptica. Los muchos y bien dibujados muletazos diestros habrían requerido una pizca más de autenticidad expresiva, con la emotividad que debe transmitir el ajuste del pase y el auténtico remate. Faena de circunstancias, y no por lo anodino de la infinidad de pases, sino por la forma inusual con la que la planteó a un novillo sin humillar, sosote y de escasa calidad en sus embestidas

Mundotoro 
Con el que cerró plaza, estuvo voluntarioso y lo volvió a esforzarse, extrayendo algún muletazo de bella factura. El público premió su esfuerzo con una ovación

Carlos Trejo en Sevillatoro 
Venegas nunca tuvo un planteamiento de faena firme. Sólo dejó destellos intermitentes de su hermosa forma de interpretar el toreo, pero le tocaron los engaños en exceso, e intentó el arrimón como recurso final alargando en exceso sus faenas, llegando a escuchar sendos avisos.

 Lorena en Abc Repitió la historia en el sexto aunque con un ejemplar del Conde mucho más cuajado que era de esos que te preguntan el número de novilladas que has toreado. Había que perderle un paso para torearlo y pudo tener otra lectura bien distinta a la que le dio un Venegas que, eso sí, lo intentó todo.

A Emilio Trigo en Portal Taurino no le gustó El sobrero fue un soso de libro y sin transmisión se aburre el respetable.

Juan Carlos Gil en El Desmarque
De todos modos, no acabó de centrarse frente al sexto, que tuvo una embestida aceptable. 

Ahora Limpiosito, El 49 del 5 de El Conde de la Maza disfruta en El Rocío de un salón de arte, donde se pasan ratos de arte con gentes de arte. 

No es mala vida la de Limpiosito después de muerto

Y digo yo que si así viven los toros muertos que no han destacado. ¿Como vivirán los triunfadores?