Es un torero de plata, es un hombre de ley. De los toda la vida me dice un amigo, de los que siempre están, me dice un torero. El pasado día 22 de Junio en Sevilla un novillo le rajó el muslo. Una herida grande pero superficial, dijimos los medios, "poca cosa" pensamos todos, en dos días, está entrenando.
Estuvo ingresado junto a su matador, le dieron el alta el alta tres días después, se fue a casa, todo esto sin gabinetes de prensa, sin movidas mediáticas, sin ruido.
Nos lo encontramos estos días en Sanlucar la Mayor y nos cuenta de su víacrucis.
En la siguiente novillada de la Maestranza, el mano a mano del día 3 se presenta Guerrero en la enfermería de la Maestranza para quitarse los puntos, cuando se da cuenta se ve en el quirófano con anestesia y un hueco grande en la herida que se había cerrado en falso y tenía alguna derivación infectada, Desde entonces todo se complica, ya no pueden suturar los doctores la llaga con puntos, se queda abierta, como una fistula que debe cerrar de dentro afuera.
Nos enseña la herida, un espectáculo poco gratificante y nos habla de dolor y de tiempo.
Curas diarias, pomadas, reposo, dolores y ahora el problema es que le proponen opererse otra vez pues puede hacer falta un injerto de piel para atajar el mal.
Ya no es un niño Guerrero, la temporada se va, sus mañanas en Mutual Cyclops son largas y todo esto en silencio. Como sufren los humildes y los grandes de corazón.
Suerte Rafa, te la mereces. Y una mijita de repercusión, que eres torero y grande
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