Es práctica demasiado extendida ésa de que la ganadería que se lidie en una corrida de rejones pase desapercibida para el común de público y aficionados. Y no es justo. Porque, como en el toreo a pie, el juego de los toros es fundamental para que el espectáculo del rejoneo sea total. Así lo reconoce y lo valora Andrés Romero, que, de cara a su esperado mano a mano de Huelva con Diego Ventura, ha visitado en el campo y presentado a un grupo de aficionados el encierro de Fernando Sampedro que se lidiará el 3 de agosto en la Feria de Colombinas.
Y lo ha hecho Andrés rompiendo también con lo que es una costumbre en él: no ir al campo a conocer la corrida de toros a la que tiene que enfrentarse. Ya de eso se encarga su veedor. Pero la de Huelva es una cita especial. Muy especial. Y como tal la está viviendo y lo está compartiendo el jinete de Escacena del Campo.
Por eso se ha ido a Dehesa La Cepera, el hábitat de los toros de la ganadería de Fernando Sampedro, en El Castillo de las Guardas, para visitar la corrida de Huelva y, de paso, presentársela a un grupo de aficionados onubenses. Un grupo reducido para no alterar más de lo preciso la normalidad del campo. Son aficionados que asistirán el 3 de agosto al mano a mano en la Merced y que, de esta manera, han empezado a vivir ya junto al torero ese gran compromiso de su temporada. Juntos, torero, ganadero y aficionados, contemplaron el lote de toros que el ganadero sevillano tiene en el campo para ese día.
Un lote de toros rematado de verdad, con cuajo, pero dentro de la lógica que permite la caja que es propia de estos toros en función de su encaste, puro Juan Pedro Domecq. Y está responsabilizado el ganadero con lo que lleva a Colombinas. Se sabe en buen momento, especialmente demandado por los rejoneadores de primer nivel, léase Pablo Hermoso de Mendoza y el propio Diego Ventura. Demandados con razón. Ahí está la prueba de San Pedro del Pinatar, en Murcia, a la que Pablo y Diego junto a El Cartagenero le han cortado hace unos días ocho orejas y un rabo. O la de Huesca el año pasado de la que Andrés disfrutó. O en El Puerto de Santa María.
El hierro de Fernando Sampedro goza de un momento dulce y eso no pasa por alto a los rejoneadores. La última vez que estuvo en Colombinas fue con José Tomás en el cartel. Y aún queda en el recuerdo de los aficionados onubenses la faena de Pepe Luis Vázquez en la feria del 85 a un toro de la casa. "La mejor que hice nunca", asegura todavía el diestro sevillano 29 años después.
Tras repasar la corrida de Huelva en el campo, el ganadero, Andrés Romero y los aficionados compartieron un bonito rato de charla sobre el ruedo de la plaza de tientas de La Cepera. Fernando Sampedro explicó el origen de su ganadería, cómo cambió su rumbo al pasar de Núñez a Domecq, cómo transitan por esa delgada línea de la genética para evitar la consanguinidad, la satisfacción por haber entrado tan de lleno y tan de pie en el circuito del toreo a caballo y cómo ello no cambia en nada sus criterios de selección que seguirán basados en el toreo a pie.
Una delicia de conversación en la que salieron también números de toros de feliz recuerdo para Andrés Romero en la temporada pasada, insistimos, como los de los triunfos de El Puerto y Huesca. Un camino brillante a día de hoy que tiene que seguir siendo igual, o mejor incluso, en Huelva. Una cita que Romero y Sampedro tienen en la mente desde que se dio a conocer y que los aficionados que compartieron con ellos su encuentro en el campo ya esperan para degustarlo con el mismo entusiasmo de este preámbulo.
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