La razón del Juli, la raza de Perera y el arte de Morante.
Juli y Perera salen a hombros con dos orejas, Morante corta una
Ficha tarde calor sahariano, tres cuartos largos de plaza, cuatro toros de Santiago Domecq 2º, 4º 5º, 6º y 6º bis y dos, 1º y 3º de Ana Bohórquez. Justos de fuerzas. De menos que justa presentación Más los tres últimos. Mejor juego los tres primeros, muy bueno el segundo
José Antonio Morante de la puebla de azul eléctrico y oro Oreja y gran ovación tras dos avisos
Julián López “El Juli” De Azul pavo y oro. Dos orejas y ovacióm
Miguel Ángel Perera dos orejas
El paseillo se paró para que el periodista Carlos herrera leyese un manifiesto en favor de la fiesta, la primera frase fue atronadoramente ovacionada. Se guardó un minuto de silencio por Juan Posada Antonio Borrero Chamaco y Kitín Morales
Tarde de toros de más amenos.Buen aspecto de las gradas de la Merced, tarde de expectación con un cartel muy del gusto de la afición onubense y de nuestros vecinos del norte y del este.
El torero es una fiesta grande, que en la segunda tarde de Colombinas mostró su cara más grande, su fuerza social y su arraigo en Huelva. La atronadora ovación que la primera frase del manifiesto que los profesionales y gentes del toro han redactado con motivo de la absurda e identitaria prohibición catalana.
Luego saleel toro, guapo, chico, colorao ojo perdiz y Morante le enjareta unas despaciosas verónicas de recibo. El toro era flojo de remos y el torero sevillano recriado en Huelva, tras un buen par del Lili e banderillas , inicia la faena en le tercio a dos manos por alto, siempre por el potable pitón derecho del de Ana Bohórquez. Se lo lleva a los medios y le enjareta una serie donde el toro le canta que quiere suavidad y temple, la siguiente serie la culmina con un cambio de manos por la espalda que levanta el clamor de los tendidos. Tras un desarme, el torero se enrabieta y, sin música, le saca la serie más pura de la tarde que culmina con adornos de innegable sabor belmontino. La estocada e todo lo alto y la muerte de bravo del toro hicieron que Morante cortase una oreja de peso.
Al cuarto, a contraestilo, sin entregarse nunca, y venido arriba a pesar de los feos puyazos de Cristóbal Cruz. El torero se gustó en unas ceñidas verónicas de recibo, abrochadas con una media tras un enganchón inoportuno, muriendo el lance en la cadera del torero. Tras un inicio precioso para el aficionado en el que morante se dobló con gusto, ahormó la embestida del toro y se lo llevo a lo smedios, el resto de la faena fue más embarullada, menos clara, el toro tenía muchos pies, una faena de más adornos, detalles, que toreo fundamental. El negro de santi Domecq nunca fue claro. La media tendida no le hizo daño y ahí salió la peor cara de Morante que no quiso entrar matar de nuevo luego el descabello. La ovación de público, que hizo salir al tercio al reticente matador a recibirla, habla de la calidad del respetable onubense.
Juli formo un lío grande al segundo de la tarde, el ejemplar de Santi Domecq era un toro guapo, demasiado “bonito”. Tras un puyazo fuerte, el quite por gaoneras invertidas fue perfecto de colocación y sentido. La faena de Julián fue un portento de sentido, de una lógica aplastante, algún “enterao” puede pensar y decir que empieza al hilo del pitón, pues claro, para luego desengañar al toro, sin un tirón, sin un aspaviento, imponiendo terrenos hasta montarse en lo alto. Lección de temple, antes le llamaban pulseo, luego toque siempre fue templar, mandar aguantar la embestida e imponer su ley. La bamba de la muleta siempre en sus dos tercios por el albero, los muletazos largos y el volapie de premio. Faena importante, hermosa en su planteamiento, de peso en su ejecución, pero ante todo faena apabullante, de gran armazón técnico y artística, que se sirvió del valor seco para crecer en importancia, intensidad y ligazón. El epílogo, con molinetes de mucha cercanía acabó de meter al público en la labor del madrileño que tiene un problema lo hace tan fácil que le quita importancia. Dos orejas de cualquier plaza con público entendido y sensible en sus gradas. Al quinto un animal sosón y resevón, que derrotó con peligro en la primera serie y le dio un topetazo en la siguiente, el Juli le endiño candela, muletazos de castigo, un par de series de más enjundia y lo pasaportó de una estocada ligeramente desprendida.
Perera cerraba la terna y piso el ruedo cuando sus compañero llevaban ya oídos en el esportón. Su raza le obligó a emplearse desde el inicio, antes de entrar el toro al caballo ya estaba diciendo que lo sacasen, quería enemigo para una faena de orejas, de puerta grande. Tras un quite de capotazos cambiados por la espalda, brindó el extremeño en esta tierra de amigos a José Sánchez Falcón, inició la faena en los medios en pases cambiados de mucho riesgo, el toro se vencía pero el de la puebla no se quitaba, arrancó la música de una Huelva que estaba con él. Luego intercambio seis de más calidad con otras de menos peso pero todas con el aditivo de la emoción. Finalizó con un arrimón, cercanías con los pitones en las vergüenzas toreras de quien no se quiere dejar ganar la pelea. Se tiró a matar de verdad y cobró un estoconazo.
El segundo, bis tras desgraciarse el titular salió tontorrón e incierto, la porfía del extremeño no consiguió elevar el tono y sólo destacar el buen tercio de banderillas con un gran par de Juan Sierra. Podemos incluso pensar que Perera se resintió de la lesión muscular que arrastraba trs un pisotón,. La tarde cerró peor que abrió, pero mucho sucedió en los medios, toreo del caro se paladeo hoy en La Merced.
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