domingo, 1 de abril de 2012

Fogonero, Aragonés y Frijonero, nombres para la historia


Cuadri, ganadería triunfadora del siglo XXI en Madrid
Vicente Parra Roldán

La llegada del nuevo siglo supuso un estrechamiento en la relación entre la afición madrileña y la ganadería de Hijos de Celestino Cuadri, que se va convirtiendo en una de las favoritas de la afición por los éxitos que sus toros van cosechando en el coso de la calle Alcalá.
Y, en esta década, con muy buenas corridas lidiadas, también hay nombres que han quedado en el recuerdo de los aficionados. Tres de ellos – Fogonero, Aragonés y Frijonero – han quedado inmortalizados en los azulejos que el Ayuntamiento de Madrid dedica a los toros más bravos de cada San Isidro, permaneciendo así en la memoria de los aficionados.
Dos comparecencias en Las Ventas tuvo la ganadería triguereña en el año 2.001. La primera de ella, en la tradicional Corrida del 2 de mayo que, en esta ocasión, fue un concurso de ganaderías, en la que también participaron reses de Guadalest, Hernández Plá, Conde de la Corte, Conde de la Maza y Adolfo Martín, precisamente el ganadero triunfador con el toro “Malagueño”.
La res triguereña, bien presentada, peleó fuerte en el caballo, llegando incluso a derribar al piquero, pero después se paró en el tercio final. Ante la misma, Luis Francisco Esplá estuvo insistente para sacar un rendimiento imposible y, al matar de pinchazo, estocada y descabello, escuchó muchas palmas.


Dentro del ciclo isidril,  la comparecencia tuvo lugar en la vigesiomosexta de feria, en la tarde del 7 de junio. Los toros fueron voluminosos, hondos y serios; blandos y algunos inválidos, como el que salió en quinto lugar. El primero, dentro de un conjunto bastante noble, destacó mientras que el que cerró plaza presentó algunas complicaciones.
El Zotoluco tuvo enfrente al mejor toro del encierro y el mejicano le realizó un buen trasteo con ambas manos aunque le faltó continuidad y fortuna a la hora de matar por lo que todo quedó en una ovación, siendo avisado en el otro. Manolo Sánchez realizó la mejor de la tarde en el quinto , especialmente cuando lo toreó al natural pero no estuvo atinado con la espada y todo quedó en saludos. Raúl Gracia El Tato solo pudo lucirse con el capote ante un lote que se paró mucho en la muleta del maño.
A la ganadería de Hijos de Celestino Cuadri le cupo abrir la feria del año 2.003 después de un año de ausencia en la primera plaza del mundo. El festejo se celebró el día 10 de mayo y las reses tuvieron una extraordinaria presentación y desarrollaron un juego encastado aunque algunos también presentaron una leve flojera. El mejor de todos fue el quinto, muy bravo, teniendo el segundo un buen pitón izquierdo, el cuarto fue el más fiero y al que cerró plaza lo machacaron en el caballo.
A Carlos Escolar “Frascuelo” las cosas no le rodaron bien y pasó algunos apuros con su lote, especialmente con el cuarto. Finiquitó al bravo quinto que hirió a Manuel Jesús “El Cid”, que fue avisado en su primero, mientras que Javier Castaño fue el más desafortunado con el lote que le correspondió.
En la vigesimoterrcera corrida de la feria de 2.004, celebrada el 31 de mayo, volvieron los toros triguereños. En esta ocasión fueron muy serios, grandes y hondos; flojos en general. Fueron bravos el segundo y el tercero (de nombre “Fogonero”, que,a la postre sería considerado el más bravo del ciclo, por lo que se le homenajeó en la Venta del Batán con un azulejo) mientras que el quinto fue muy complicado. El cuarto fue devuelto y reemplazado por un sobrero de Lozano Hermanos.
De toda la tarde destacó la actuación de Curro Díaz en el tercero, al que le cuajó una sensacional faena con ambas manos entre grandes ovaciones para concluir de un pinchazo hondo. La gran petición de oreja no fue correspondida por la presidencia y el de Linares dio una triunfal vuelta al anillo mientras que en el otro fue aplaudido. José Pacheco “El Califa”no pudo lucirse con el desfondado y aplomado primero mientras que Eduardo Dávila Miura toreó muy despegado al bravo segundo por lo que fue pitado y, en el quinto, con algo de peligro, el sevillano tampoco estuvo afortunado ni con la muleta ni con la espada, siendo pitado además de oír un recado presidencial.
En la aguada y ventosa tarde del 13 de mayo de 2.005 y en la tercera de feria se lidiaron astados cuajados, muy serios y hondos, siendo los mejores los que salieron en segundo y tercer lugar dentro de un conjunto que dio un juego duro y peligroso que superaron a sus matadores.
Confirmó la alternativa Fernando Cruz que puso mucha voluntad en el de la ceremonia pero estuvo muy mal con los aceros por lo que, además de ser avisado, fue silenciado. Muy valiente en el sexto buscó el triunfo ante un animal que le dio pocas facilidades, escuchando algunas palmas. Fracaso total de Francisco Rivera Ordóñez, quien fue abroncado en sus dos toros al inhibirse de la lidia y dejar que los masacraran en el caballo. Tampoco estuvo muy atinado Iván García con el buen tercer toro, escuchando algunas palmas mientras que en el quinto, al que también le pegaron en exceso, no encontró lucimiento siendo silenciada su actuación.
El lunes 29 de mayo de 2.006, en la decimonovena corrida de la feria de San Isidro, se lidió una corrida de desigual presentación, con escasas fuerzas y poder, destacando el encastado que salió en quinto lugar. El cuarto fue devuelto y le reemplazó un sobrero de Arucci.
Lo más destacado de la corrida fue el quinto de la tarde, llamado “Choquero”, un toro pronto, vivo, de alegre galope y encastadas repeticiones al que lució Domingo López Chaves que hizo que el público se decantara por el toro y, tras el mal sudo de los estoques, abroncara al diestro salmantino que había saludado en el otro. José Pacheco El Califa estuvo mal con el que abrió plaza y Javier Valverde solo pudo estar valeroso con su primero, que le cogió sin consecuencias al matar, saludando desde el tercio mientras que en el que cerró plaza, de imponente lámina pero que no se desplazó, se justificó.
Vigésima corrida del ciclo isidril la celebrada el 30 de mayo de 2.007. En esta ocasión, los toros estuvieron muy cuajados y hondos, de serio comportamiento, destacando el segundo(de nombre “Bolo”), muy bueno, y el tercero y sexto mientras que el peor fue el que salió en cuarto lugar.
 Curro Díaz supo aprovechar las excelentes cualidades de su primero pero, sin embargo, falló con el verduguillo, siendo silenciado mientras que al quinto no llegó a entenderlo y, tras ser avisado, fue pitado. Pepín Liria se esforzó con el primero pero el viento le impidió un mayor lucimiento y en el cuarto, muy basto, se lo quitó de encima con rapidez. Completó el cartel Javier Valverde que fue volteado por el tercero al iniciar su quehacer muleteril, largo pero sin mucho lucimiento como su labor con los aceros, por lo que fue avisado y ovacionado por su actuación mientras que pudo estar mejor con el que se cerró el festejo, siendo silenciada su labor.
En la decimoctava corrida del ciclo madrileño, celebrado el 25 de mayo de 2.008, solo se jugaron cuatro toros de Cuadri, que resultaron serios, parados, sin humillar y complicados, excepto el sexto, “Aragonés”, que fue muy bravo tanto ante los caballos como en la muleta y que sería declarado como el más bravo del serial y premiado por el Ayuntamiento de Madrid.
Carlos Escolar “Frascuelo” resultó herido por el segundo del festejo, de San Martín, siendo operado de dos cornadas, una en la cara posterior del tercio medio del muslo izquierdo con dos trayectorias – una ascendente, de 20 cms., que secciona el músculo bíceps femoral y otra hacia dentro, de 15 cms., que alcanza el fémur contusionando el paquete vasculonervioso – y otra en la cara interna del tercio superior del muslo derecho con trayectoria descendente de 20 cms. que causó destrozos en los músculos abductores, siendo calificado su estado como grave por el que equipo médico que le atendió.
El festejo se quedó en un mano a mano entre Iván García e Israel Lancho, que confirmó su alternativa. El madrileño no estuvo afortunado y fue silenciado al acabar con cada uno de sus oponentes, escuchando dos avisos en su segundo y otro en el último de su lote. Por su parte, Israel Lancho quiso pero no pudo hasta que salió Aragonés que le permitió realizar un buen trasteo al natural  que no fue premiado por el mal uso de las espadas.
La ganadería triguereña faltó a su cita en el año 2.009 para retornar el 24 de mayo de 2.010, en la decimoctava del ciclo isidril. En esta ocasión, el encierro fue serio, hondo y con cuajo, dando un interesante juego, especialmente los lidiados en tercer ( de nombre “Frijonero”) y quinto lugares. El Aytuntamiento de Madrid concedió el trofeo al mejor toro de la feria de San Isidro a “Frijonero”.
David Mora perdió una clara ocasión de triunfar con Frijonero, con el que se lució en el recibo de capa y en los inicios de la faena de muleta que fue de más a menos para terminar de un bajonazo, por lo que todo quedó en unas palmas. En el que cerró plaza, que se había pagado, estuvo muy mal con los aceros y fue avisado. Domingo López Chaves no tuvo una lucida actuación siendo silenciado al concluir con cada uno de sus oponentes, oyendo un aviso en el que abrió plaza. Por su parte, Salvador Cortés no entendió las buenas cualidades del quinto, “Ribete” de nombre, y no tuvo lucimiento alguno con su primero, siendo silenciada su labor.
  



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