Palos de la frontera, cuna del Descubrimiento, acoge la II corrida Pinzoniana.
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Es inmemorial tradición en las Españas conmemorar las más señaladas ocasiones con festejos donde el toro es protagonista en las diversas formas que secularmente ha tomado la fiesta brava en Iberia. Aquella victoria en una batalla trascendental, las llamadas corridas reales, que celebraban una regia visita o un monárquico desposorio, cualquier acontecimiento extraordinario en lo positivo no se entendía sin su pertinente fiesta de toros. Las ferias de las más principales localidades, consideradas, más allá de la holganza, como fuentes de riqueza, por el elevado movimiento de dineros procedente de los tratos, las visitas de forasteros y aldeanos y rústicos de los cortijos más alejados, se abrochaban siempre con la valentía de los más aguerridos caballeros o villanos frente a la bravura de morlacos en sus plazas mayores.
De este ancestral espíritu bebió el empresario Jorge Buendía cuando presentó hace apenas un año la idea de una corrida pinzoniana al ayuntamiento de Palos de la Frontera, consistorio valiente que tuvo el acierto de apostar por la idea del joven empresario y decidió celebrar el festejo en la plaza, inaugurada en el año 2008, como Coso del Descubrimiento.
La singladura, a semejanza de aquella hazaña descubridora de hace 519 años, tenía sus riesgos. Se pretendía transformar una corrida de toros en un acontecimiento. Un taurino homenaje, que personalizaba en los hermanos Pinzón a aquellos esforzados marineros palermos, verdadero alma y sostén de la primera de las expediciones colombinas. Para ello, los toreros irían vestidos a la usanza marinera local de las postrimerías de la edad media, y no sólo eso, el resto de intervinientes, mulilleros, areneros, chulos de banderillas…, incluso el presidente y los aficionados palermos acudieron vestidos de dicha guisa para dar realce al acontecimiento. Hubo bando medieval, alguacilillos con cota de malla, hubo capas y sombreros, pero ante todo hubo un pueblo y una afición que supieron hacer suya la corrida pinzoniana, que fue retransmitida por Canal Sur Televisión, en la que se convirtió a la postre en la retransmisión taurina con más alto share de la temporada.
Quiso estar presente aquel diez de Octubre del pasado año el dios de la lluvia en Palos de la Frontera, y aquel Tláloc de los Aztecas, derramó su furia en forma de aguas torrenciales que no supieron acobardar la proverbial valentía de los palermos ni de las gentes del toro. Paquirri, José Doblado y Oliva Soto torearon bajo la lluvia y para la historia con la plaza del Descubrimiento repleta de los imperturbables hijos de aquellos héroes descubridores.
Toda hazaña histórica, y la corrida pinzoniana lo es en estos tiempos de recesión taurina, necesita consolidarse en el tiempo. Por eso, tan importante como la primera, será esta segunda edición de la personal iniciativa que se anuncia para mañana domingo día 9 a las seis de la tarde con los nombres de Juan José Padilla, Curro Díaz y Oliva Soto ante reses de José Luis Pereda.
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