Sólo Litri y Manzanares tocaron pelo en Aracena.
Tarde de esplendida temperatura, dos tercios de plaza. Festival a favor de las obras de la Parroquia de la Asunción de Aracena. Un novillo de Arucci de mal juego y cuatro de Zalduendo de escasas fuerzas, destacando el sexto y dos de Manolo González también de poco juego y faltos de casta. Diego Ventura aplausos, Litri una oreja Pepín Liria aplausos, Curro Díaz aplausos, Juli Aplausos, José María Manzanares dos orejas y Miguel Angel Delgado palmas de despedida.
El mal juego del ganado y el reiterado fallo a espadas de los actuantes deslució el festival celebrado en Aracena, Cartel de lujo, ambiente por todo lo alto, mañana de presentación de carteles y premios correspondientes a la temporada pasada pero…, la tarde se dio mal, buena entrada pero no la que se esperaba de un cartel que ofrecía todos los atractivos, triunfadores de la reciente feria de Abril, caballistas de postín, toreros de tirón taquillero y un novillero de futuro.
Ventura se las vio con un eral de Arucci que se emplazó y se orientó pronto, cortaba por delante y no permitía el lucimiento, los mejores momentos a lomos del albino lusitano Manzanares, mal con los rejones e muerte.
Litri con el sosote novillo de Zalduendo ha estado magnífico, poderoso, con toreo hondo y campero, en categoría de viejo maestro, fácil, con series de mucho sabor, para aficionados y extraordinario en los lances de recibo con el capote. Retazos de litrismo en estado puro, mató a la segunda, lo que, unido al hecho de abrir plaza en el toreo a pie, le recortó el premio merecido, una oreja de peso en definitiva para Miguel Báez Spínola.
Manzanares ante un feote novillo de Zalduendo que a la postre resulto el bueno de la tarde, ya saben lo que nos pasa a los feos, demostró el momento que pasa, toreo hondo por el pitón derecho, series de manos muy bajas a un novillo poco picado y que no acabó de descolgar, por el pitón izquierdo tenía un poco de guasa pero el alicantino supo sacar dos series de merito. Con la espada un cañón, hasta la bola en derechura y con fe ciega, ¡así se mata!.
Liria en Liria, dejó al de Zalduendo entero en el caballo y se fajó con él, le va la marcha al de Cehegín, firme, pundonoroso, buscando la pelea que el novillote evitaba. El fallo a espadas le privó de algún trofeo más allá de la ovación cariñosa del público.
Curro Díaz se gusto con los lances de recibo, el toro de su apoderado no dio para mucho más y la proverbial mala suerte del torero jienense se confirmó cuando el animal se rajó a mitad de faena, tampoco anduvo fino con los aceros y no obtuvo el premio esperado.
Juli poco pudo hacer con el más descastado y flojo de la corrida que debió ser devuelto tras un tremendo costalazo en los lances de recibo del madrileño, sin picar, sin banderillear y a pesar de todo un lamentable espectáculo con el burel por los suelos más tiempo que sobre los apoyos.
El novillero astigitano Miguel Angel Delgado tiene gusto y empaque, pero un defecto, no se puede ir a la plaza con una faena preconcebida sin saber que sale por la puerta de chiqueros, al bajito toro de Manolo González lo toreó con manos bajas en el capote y el eralote dio dos vueltas de campana, su sentido estético del toreo, unido a un valor sin cuento llega a los tendidos, lastima el mitin a espadas que ofreció cuando la tarde languidecía en la localidad serrana.
Tarde de esplendida temperatura, dos tercios de plaza. Festival a favor de las obras de la Parroquia de la Asunción de Aracena. Un novillo de Arucci de mal juego y cuatro de Zalduendo de escasas fuerzas, destacando el sexto y dos de Manolo González también de poco juego y faltos de casta. Diego Ventura aplausos, Litri una oreja Pepín Liria aplausos, Curro Díaz aplausos, Juli Aplausos, José María Manzanares dos orejas y Miguel Angel Delgado palmas de despedida.
El mal juego del ganado y el reiterado fallo a espadas de los actuantes deslució el festival celebrado en Aracena, Cartel de lujo, ambiente por todo lo alto, mañana de presentación de carteles y premios correspondientes a la temporada pasada pero…, la tarde se dio mal, buena entrada pero no la que se esperaba de un cartel que ofrecía todos los atractivos, triunfadores de la reciente feria de Abril, caballistas de postín, toreros de tirón taquillero y un novillero de futuro.
Ventura se las vio con un eral de Arucci que se emplazó y se orientó pronto, cortaba por delante y no permitía el lucimiento, los mejores momentos a lomos del albino lusitano Manzanares, mal con los rejones e muerte.
Litri con el sosote novillo de Zalduendo ha estado magnífico, poderoso, con toreo hondo y campero, en categoría de viejo maestro, fácil, con series de mucho sabor, para aficionados y extraordinario en los lances de recibo con el capote. Retazos de litrismo en estado puro, mató a la segunda, lo que, unido al hecho de abrir plaza en el toreo a pie, le recortó el premio merecido, una oreja de peso en definitiva para Miguel Báez Spínola.
Manzanares ante un feote novillo de Zalduendo que a la postre resulto el bueno de la tarde, ya saben lo que nos pasa a los feos, demostró el momento que pasa, toreo hondo por el pitón derecho, series de manos muy bajas a un novillo poco picado y que no acabó de descolgar, por el pitón izquierdo tenía un poco de guasa pero el alicantino supo sacar dos series de merito. Con la espada un cañón, hasta la bola en derechura y con fe ciega, ¡así se mata!.
Liria en Liria, dejó al de Zalduendo entero en el caballo y se fajó con él, le va la marcha al de Cehegín, firme, pundonoroso, buscando la pelea que el novillote evitaba. El fallo a espadas le privó de algún trofeo más allá de la ovación cariñosa del público.
Curro Díaz se gusto con los lances de recibo, el toro de su apoderado no dio para mucho más y la proverbial mala suerte del torero jienense se confirmó cuando el animal se rajó a mitad de faena, tampoco anduvo fino con los aceros y no obtuvo el premio esperado.
Juli poco pudo hacer con el más descastado y flojo de la corrida que debió ser devuelto tras un tremendo costalazo en los lances de recibo del madrileño, sin picar, sin banderillear y a pesar de todo un lamentable espectáculo con el burel por los suelos más tiempo que sobre los apoyos.
El novillero astigitano Miguel Angel Delgado tiene gusto y empaque, pero un defecto, no se puede ir a la plaza con una faena preconcebida sin saber que sale por la puerta de chiqueros, al bajito toro de Manolo González lo toreó con manos bajas en el capote y el eralote dio dos vueltas de campana, su sentido estético del toreo, unido a un valor sin cuento llega a los tendidos, lastima el mitin a espadas que ofreció cuando la tarde languidecía en la localidad serrana.
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