La afición sevillana esperaba con ansias ver las maneras de
José Ruiz Muñoz, sobrino nieto del Faraón de Camas, y creo que no se fue del
todo decepcionada. El chaval está verderón pero es lógico pues debutaba hoy con
los del castoreño, no obstante sorprendió a los tendidos pues nada más salir
del burladero y echar los vuelos de su pequeño capotillo desparramó por el
albero alcalareño un aroma a Romero, que a los tendidos maestrantes les supo a
gloria o por lo menos a mí. Con la muleta, también de juguete por cierto
--recordando a las de su tío abuelo--, dejó en la retina detalles con sabor y
distintos, ese adjetivo que tanto se valora hoy día. Los comentarios al
salir... “le falta al chaval, pero apunta maneras” y si es por genética, ésa la
tiene, aunque en el toro nunca se sabe.
Caballero topó con el peor lote de una novillada mansa y
deslucida en general pero estuvo por encima de sus dos oponentes. Expuso sus
mulos de purísima y oro con un arrimón de órdago y con el segundo en los
terrenos de sol muy en son pidió compromisos mayores. También trajo al ruedo
maestrante el espíritu del malagueño Galán entrando a matar sin muleta, que le
valió una vuelta al ruedo.
Lama se llevó el mejor y el peor, pero ante su primero no
terminó de acoplarse ni de aprovecharse de ese buen pitón izquierdo y ante el
segundo se estrelló con todas las de la ley.
Por cierto, la empresa vuelve a puntuar y vuelve a hacer
caja... como esta feria 'rara, rara' siga así de beneficiaria, que Dios nos
coja confesados para el año que viene.
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