Festival emotivo por un hombre del toro, tarde inolvidable para un profesional que tuvo la mala suerte dr que un toro lo quitara de esto en Sevilla hace un año.
De lsto tarde nos quedamos con ls raza y la conexión empatica con los tendidos de un Espartaco al que Rafael Moreno que estaba en el callejón le podía cerrar está noche en el Hotel Río la feria de W an Juan en está plaza y Pamplona, Huelva y Bilbao de paso. A la antigua usanza.
Ojo con la versión mejorada de Talavante. Cuajado, firme, poderoso y artista. La patita alante, el ánimo prestó y la mente clara. Profundidad en los lances ante un excelente novillo que rebosaba la muleta en cada embestida.
La tarde tuvo además el poder de Ferrera, que siempre deja kilos de pudimos y oficio ante su público.
La raza de Juli que se impone adversidades del novillo que no rompe.
Y la constancia en el empeño de la pureza de Perera que se enfrenta a un mala suerte con is sorteos que algún día debe cambiar.
Manzanares ni estuvo bien ante un utrero a contraestilo.
Gines Marin se llevó el garbanzo negro de la tarde y ante el denoto las formas que nos entusiasmaron en Olivenza y las carencias propias de un novillero cuyo valor delante de la cara del toro es evidente y su desparpajo al anunciarse con este cartel demuestra su fe y la de is suyos en sus posibilidades.
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