Lo hizo de la mano del propio Diego Urdiales y juntos fueron recibidos por los alumnos con una fuerte ovación de agradecimiento y sobre todo de admiración. No hicieron falta demasiadas presentaciones ya que todos lo habían visto triunfar en el Arnedo Arena y también tuvieron ocasión de contemplar su evolución el pasado año que repitió actuación con la mala suerte de ser cogido en su segundo novillo, recibiendo una cornada grave en el gemelo que le hizo imposible continuar la lidia perdiendo así la posibilidad de repetir triunfos pasados.
Una de las primeras preguntas que hicieron los chavales fue por la evolución de aquel percance, a lo que Tomás respondió que ya estaba superada y que se encontraba a tope para comenzar una nueva temporada, continuaron las preguntas pero esta vez fueron ellos los que tuvieron que responder y el novillero pacense pudo comprobar el alto nivel de conocimientos de todos ellos, se les preguntó por encastes, reglamento, pañuelos del presidente...
Llegó el turno de coger los trastos y Tomás Campos no tuvo reparo en coger el carretón y hacerles de toro a los chavales que bajo la atenta mirada de Diego Urdiales. Los más aventajados y menos vergonzosos desplegaron sus maneras y sus conceptos, hubo quites por Lopecinas, Chicuelinas, Gaoneras, toreo al natural, trincherazos, derechazos con sello propio y tanto Diego como Tomás disfrutaban como si hubiesen regresado a su propia infancia.
Tomás Campos también tuvo ocasión de dar unas pinceladas de su tauromaquia tan clásica y pura con Diego Urdiales al carretón. Tras la demostración práctica se volvió a entablar una pequeña conversación entre los niños y niñas y los dos toreros en la que quedaron patentes los gustos y preferencias de cada uno. Entre los pequeños, los toreros preferidos resultaron Diego Urdiales y El Juli, alguno también nombró a Morante o Talavante y entre los novilleros, Tomás Campos y Fernando Adrián, al que vieron indultar un novillo de Baltasar Ibán en 2011, aunque también se acordaron de Posada de Maravillas o Álvaro Lorenzo Zapato de Oro 2013. Una mañana inolvidable para los chavales que terminó con carreras a modo de encierro por las galerías del Arnedo Arena y un día más que son capaces de disfrutar y aprender un poco más de una de sus pasiones, los toros.
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