Dos orejas para Escribano y una para
Silveti en el desangelado festejo de
Zalamea
Media plaza. Toros de
Jodar Ruchena, deslucidos, de feas hechiras mejores cuarto, apluiddo en al
arrastre y sexto. Entra el la corrida el matador Manuel Escribano por Finito de
Cordoba por ”baja "medica" causada
a una poco repentina indisposición del de Córdoba
Manuel Escribano de verde y oro silencio tras aviso y dos orejas
Andrés Luis Dorado de turquesa y oro silencio
Diego Silveti de vede esperanza con cabos blancos, oreja ovación.
Manuel Escribano de verde y oro silencio tras aviso y dos orejas
Andrés Luis Dorado de turquesa y oro silencio
Diego Silveti de vede esperanza con cabos blancos, oreja ovación.
Cuando se sienta uno delante del ordenador a intentar que
ustedes sepan lo que ha pasado esta
tarde en la plaza de toros de Zalamea la Real, sólo se acuerda de un individuo
de oronda figura, de poderosa voz y que tenía cuentas pendientes y cierto
mosqueo insano con el universo. Sentando en una primera fila, su tarde de toros
ha sido una continua exclamación de protesta, en este otoño que se prevé caliente
y protestón ha calentado motores, y ha culminado un ensayo, de imprecaciones a
la empresa, a los toreros, a la música, a los toros, a la autoridad y a todo
bicho viviente y que culmina su jornada de protesta, presumiendo “Yo soy el
Cera, ¿Qué pasa?”, y no contento, en el quinto toro, se acuerda de aquella
copla, la versiona y dice “Que me detengan”, se pone flamenco y se va a por los
miembros de la benemérita y les espeta “aquí estoy, soy El Cera, y no me callo
por que no me da la gana, no he faltado a nadie, pero ustedes hagan lo que
tengan que hacer”.
El titular del asunto se lo debo a mi colega Pepe Ruciero,
que tampoco se ha divertido el hombre hoy en Zalamea Y la tarde no fue para divertirse, Toros de
feas hechuras, de pocas fuerzas, de ninguna transmisión y pocas posibilidades.
Toreros, los tres se presentaban en esta plaza, que unos por fas y otros por
nefas no levantaron la tarde. Ni un adocenado Escribano que entró por un Finito
que dicen que mandó parte facultativo, ni un medroso Dorado ni un mecánico
Silveti, hicieron nada que recordar en una tarde que siempre se movió entre el
tedio y el aburrimiento.
El de Gerena sorteó
primero un berreado, de mucha cara y sin remate, se amontonó con el capote cumple en banderillas y se inventa una faena
larga a base de distancias cortas y toreo sin apreturas con el noble bruto
descastado y que iba y venía sin gracia. Mata de estocada caída y otra en el
sitio. Con el cuarto mas rematado y, muy
castigado en varas, se lució en banderillas cerrando con un par al violín tras un meritorio quiebro. Intenta con la muleta comenzar la faena de
rodillas y es desarmado de fea manera, luego torea por ambos pitones con series
interesantes al natural, el toro era más exigente pero el torero no quiso dar
el paso. Mata de estocada baja que tumba al toro sin puntilla, con muerte de
bravo, aplaudido en el arrastre
Este Dorado es hijo me cuentan de un informador taurino cordobés y me gustaría que su progenitor tuviera que hacer esta crónica .Al segundo, un toro incierto, que entró cuatro veces al caballo, las dos últimas después de cambiado de tercio, ¡¡¡esa cuadrilla!!!, el burel se impone en banderillas y se hace el amo del cortijo, Y ahora quisiera yo explicar que faena en la que no se confía Dorado, muchas inquietudes y pocas ambiciones rematadas de estocada habilidosa. Al que hizo quinto, el segundo berrendo, típico de este hierro, corrido en la tarde, sale del caballo perdiendo las manos, y así se queda para el resto de faena, justo de fuerzas, El torero de Córdoba le endosa una faena sin emociones, ni sentido, ni terrenos, hasta que el toro se raja, o se aburre, y entonces si pisa terrenos de cercanías No se asoma al balcón para matar y no mata, claro, hasta la tercera de estocada trasera y baja.
Al tercero lo picó muy bien Juan Atonio Carbonell, es complicado en banderillas, El mejicano le plantea faena en los medios, cuando cita al toro a la voz es cuando el público descubre que este es el azteca del cartel, un error en el cartel y el desinterés general provocan el despiste, basada en la mano derecha, manoletinas de despedida y mata a la segunda, de trasera, y descabello. El sexto es pegado fuerte en varas, mas guapo el toro, faena larga, de muchos pases y poca memoria, todo muy mecánico y frió mal con la espada otra vez.
Este Dorado es hijo me cuentan de un informador taurino cordobés y me gustaría que su progenitor tuviera que hacer esta crónica .Al segundo, un toro incierto, que entró cuatro veces al caballo, las dos últimas después de cambiado de tercio, ¡¡¡esa cuadrilla!!!, el burel se impone en banderillas y se hace el amo del cortijo, Y ahora quisiera yo explicar que faena en la que no se confía Dorado, muchas inquietudes y pocas ambiciones rematadas de estocada habilidosa. Al que hizo quinto, el segundo berrendo, típico de este hierro, corrido en la tarde, sale del caballo perdiendo las manos, y así se queda para el resto de faena, justo de fuerzas, El torero de Córdoba le endosa una faena sin emociones, ni sentido, ni terrenos, hasta que el toro se raja, o se aburre, y entonces si pisa terrenos de cercanías No se asoma al balcón para matar y no mata, claro, hasta la tercera de estocada trasera y baja.
Al tercero lo picó muy bien Juan Atonio Carbonell, es complicado en banderillas, El mejicano le plantea faena en los medios, cuando cita al toro a la voz es cuando el público descubre que este es el azteca del cartel, un error en el cartel y el desinterés general provocan el despiste, basada en la mano derecha, manoletinas de despedida y mata a la segunda, de trasera, y descabello. El sexto es pegado fuerte en varas, mas guapo el toro, faena larga, de muchos pases y poca memoria, todo muy mecánico y frió mal con la espada otra vez.
Y yo digo como el otro que me detengan pero esto fue un festejo
triste, y no me he metido con nadie
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