Foto Álvara Pastor Torres |
Rafael Cerro de celeste y oro silencio y silencio tras aviso
Tomas Angulo de verde botella y oro con cabos blancos silencio y vuelta tras leve petición
Gonzalo Caballero de grana y oro con cabos blancos silencio tras aviso y oreja.Muy bien El Suso en la lidia, Curro Robles en banderillas y Carvajal al quite
El mundo cambia, no hace más de una década el otoño empezaba invariablemente el 21 de septiembre, por San Miguel arcángel, que era el 29 de Septiembre, se liquidaban las rentas ganaderas de los agostaderos y se apalabraban las montaneras, de ahí las ferias, y los novilleros se "jartaban" de torear por los pueblos para venir a Sevilla toreaditos y puestos a mostrar sus evoluciones.
Ahora los otoños empiezan el 23 de septiembre, San Miguel se celebra el 21, los novilleros triunfan en Sevilla para... poder volver a torear en Sevilla Es que los tiempos cambian que es una barbaridad.
Hace no muchos años a la desrazada novillada de hoy, la terna de novilleros que han funcionado durante la temporada sevillana, le hubieran cortado unas pocas orejas. No es exigible oficio a quien no le dejamos adquirirlo, por culpa del decrepito sistema taurino vigente. Una vieja enseñanza me decía que a capar cochinos se aprendía cortando cojones, y no puede ser de otra forma, a torear se aprende. toreando, la terna no lleva más de medio centenar de novillada entre los tres a pesar de tener su ambiente y su bagaje..
Bueno, después de la filosofía los hechos y estos son tozudos, poco que recordar, tarde sin emociones. Mandó Juan Pedro Domecq una novillada digna, desigual, feota, sin raza, que se dejó, noble y que tuvo dos novillos potables, uno muy bueno, el sexto, ovacionado en el arrastre.
Gonzalo Caballero se llevó la única oreja de la tarde y esperemos que le sirva para torear más y hacerse torero. deja constancia en Sevilla de su valor, de sus ganas, de su interés y de que debe torear más, adquirir el necesario oficio y dominio de los terrenos. Supo templarse tras la voltereta y cortar una oreja al buen sexto. Faena sobre el derecho y a menos sobre el buen izquierdo. El novillo era de más, no se le puede poner peros a quien tras triunfar en Sevilla, Madrid Pamplona, Arles... sólo ha toreado 14 novilladas.
Cerro lo puso todo en el cuarto, que salía suelto de los engaños, con la cara suelta y sin humillar, faena a menos por que el juanpedro se paró pronto, a pesar de eso alargó el trasteo y escucho un recado. Nos hubiera gustado verle esa actitud en el primero, donde ni novillo ni novillero embistieron.
El otro extremeño del cartel Rafael Ángulo, tiene la virtud de matar a los toros por arriba y con verdad. Sus dos faenas adolecieron de enemigo, al inválido segundo no pudo enjaretarle faena, acelerado con la capa, luego, un imposible, ni ahora ni hace veinte años, si el presidente no cambia al inválido, ¿Cual es su función?, no beneficia a nadie, a nadie digo, ni al paganini, ni al torero, ni a la empresa que pierde aficionados por ese husillo. Ante el quinto, el más del encierro, que no humilló Ángulo lo pone todo, quiere torear despacio, le sonó la música (hasta este quinto no había hecho acto de presencia) al natural baja el tono y se impone la soseria del parado torete. Se tira a matarlo por arriba y al numeroso paisanaje le debe agradecer la vuelta al ruedo.
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