La maldita manía de prohibir, en euskera y en español

En las viejas vascongadas se quiere prohibir fumar en las plazas de toros, en los club gastronómicos y en los txocos.

El Consejo de Gobierno vasco aprobó hoy el proyecto de ley de adicciones, según el cual queda prohibido beber en la calle y fumar en espacios de uso colectivo aunque sean al aire libre, incluidos recintos deportivos como los estadios de fútbol, las plazas de toros y las sociedades gastronómicas. El proyecto aún ha de pasar por el Parlamento.

El consejero de Salud, Jon Darpón, expuso el proyecto en la rueda de prensa posterior al Consejo y lo defendió por la necesidad de actualizar la ley de 1998, que ya ha sido reformada en tres ocasiones.

Destacó su empeño en proteger a los colectivos más vulnerables, la inclusión de las adicciones sin sustancia y de la perspectiva de género, la equiparación del cigarrillo electrónico al convencional y que sea el primer texto redactado simultáneamente en euskera y castellano, sin traducirlo de una lengua a la otra.

EL consejero explicó que queda prohibido el consumo de alcohol por parte de menores y también en la vía pública, aunque a preguntas de los periodistas matizó que los ayuntamientos podrán regular espacios concretos donde se pueda beber en las fiestas patronales; ahora bien, aseguró que no será en las plazas. Preguntado si tampoco se podrá beber vino en merenderos, apeló al "sentido común" para interpretar el "marco general" que establecen las leyes.

Sobre la prohibición de fumar, aclaró que se refiere a "los lugares accesibles al público o de uso colectivo, públicos o privados". A preguntas de los medios, confirmó que esto se extiende a las sociedades gastronómicas, y a las instalaciones deportivas, semiabiertas o al aire libre, y sus zonas anejas.

También incluyó a las plazas de toros como espacios semicerrados que son, si bien matizó que el proyecto todavía ha de pasar el trámite parlamentario. En cambio, el texto contempla las llamadas sociedades de cannabis, reguladas legalmente y sin ánimo de lucro, donde se permitirá fumar esta sustancia.

Darpón explicó que en el caso de los menores, sus faltas no se convertirán en sanciones a la familia, sino que tendrán que hacer cursos sobre adicciones. Para los adultos, las faltas graves se castigarán con hasta 10.000 euros y las muy graves hasta con 600.000.

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