El padre del diestro manifestó a Efe: "La ruptura es una decisión personal de El Juli y, por tanto, nada puedo añadir". El contrato de apoderamiento continuaba dos años más.
El domingo, el padre de El Juli, Valencia y otros invitados almorzaron en el domicilio madrileño del empresario Arturo Beltrán, en un ambiente de cordialidad. Posteriormente el apoderado y el padre del diestro se dirigieron a casa de este último para tratar asuntos profesionales y allí, al parecer, se produjo la ruptura. Ayer el torero y el ya ex apoderado se reunieron en Barcelona. "Las desavenencias entre ellos", continúa De Jesús, "nunca han sido importantes. Las normales en cualquier matrimonio. Eso sí, hay matices importantes que les separan y de saberse, se conocerán en su momento".
El portavoz no especifica si El Juli seguirá solo o buscará un nuevo representante: "Quizá se trate de encontrar una persona que se limite a negociar los contratos y poco más. No lo que se entiende por un apoderado. Para esto, ya está el que siempre se ha encargado de estos asuntos. Es decir, su padre". El Juli, que lleva toda la semana recogiendo premios de ciudad en ciudad (Castellón, Granada, Tarragona y Barcelona), no hizo declaraciones.
Valencia califica de absurdas las razones de El Juli para la ruptura
"Me acusó de pensar más en Ponce que en su hijo". La frase es de Victoriano Valencia, hasta esta misma semana apoderado de El Juli. El sujeto de la frase y objetivo de la andanada, el padre del diestro, responde: "No hay que buscar causa concreta ninguna. Mi hijo no estaba a gusto y ya está". Valencia vuelve al ataque: "El único adjetivo que encuentro para todo lo que ha pasado es el de absurdo. Todo no son más que motivos absurdos".
"Estoy pendiente de una reunión que tendrá lugar la semana próxima. El contrato nos ligaba por dos años más y hay muchos flecos y liquidaciones pendientes de cerrar", comenta sin hacer el más mínimo amago por disimular el desencanto el que además de representante del torero madrileño es suegro del otro espada aludido: Ponce. "La idea", continúa, "siempre ha sido torear en las mejores circunstancias. Los mejores carteles, los mejores toros y las mejores fechas. Está claro que con Enrique de compañero todo esto estaba más que asegurado. Todo lo que he hecho ha sido por el bien de El Juli".La temporada que ahora acaba y que ha encumbrado a El Juli se ha cerrado con cerca de 140 corridas en el haber del diestro. Un tercio, cerca de cincuenta, han sido con Ponce como compañero. "Tiene una clara explicación. Desde que existe la tauromaquia los jóvenes valores han intentado torear al lado de las figuras consagradas. Hoy por hoy, es Ponce el que manda", afirma Valencia.
"¿De qué se me acusa entonces?", se pregunta, y acto seguido sirve la respuesta: "De haber enriquecido a Ponce. ¡Qué cosa más absurda! Ponce tiene ya dos fincas y nadie puede decir que se las han regalado. Lo que ha conseguido ha sido únicamente con su esfuerzo".
El padre de El Juli, por su parte, niega la mayor. "Nunca hemos responsabilizado a nadie ni hemos sacado el nombre de Ponce a colación. Las cosas son más sencillas. Para torear, para ponerse delante de la cara del toro hay que estar bien, hay que ser feliz. Mi hijo ya no lo era con Victoriano. Mi hijo ha roto porque quiere dar un giro a su carrera. Eso es todo".
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