Alberto Baillerés, "El Rey de la Plata" |
Que vengan de fuera a hacerlo es novedoso y podía significar un soplo de aire fresco en este viciado mundo donde los Chopera sólo hablan con los Canorea y los Canorea sólo hablan con Dios.
Que el que viene con plata de Las Indias y se quiere abrir paso venga con plata reluciente y mueva sus peones y sus torres e intente quedarse con plazas señeras y acabe gestionando algún coso, es lo esperado. Siempre lo hicieron los indianos, querer quedase con la casa de piedra del mayorazgo de la aldea
Que a los toreros de más relumbrón les firme exclusivas de muchas corridas a "tanto el miedo" y ponga por delante a otros matadores cercanos como acompañantes, no nos asusta ya, aunque nos disgusta.
Que los que quieren mandar se queden con ganaderías, es normal en su "rebujo". Que alguno de estos hierros sea de los señeros, es la aspiración lógica de quien viene con plata fresca y contante.
Que merquen fincas señeras, ya demuestra que han venido para quedarse, es un paso más nunca dado por nadie que viniese de fuera.
Pero lo verdaderamente extraordinario es que la clase empresarial se ponga firme, se presente en el cuerpo de guardia de Bailleres y le rinda homenaje de sumisión y respeto, poniendo sus plazas, sus toreros, su experiencia, sus contactos y sus vergüenzas a la disposición del que manda a cambio, por ejemplo, de un "págueme unos talones que andan dando vueltas desde hace un año" o un "juguemos con sus dineros, que los míos son magros y, sobre todo, míos""
Allá cada cual, pero no nos gusta nada como mea esta perrita. En México, Bailleres y su conglomerado gestionan ocho plazas, la carrera de unas cuantas figuras y figuritas del toreo y al menos posee tres ganaderías de bravo.
Si México es el ejemplo, tras ver lo que estamos viendo este invierno en nuestro querida tierra azteca no queremos ese camino. Pero como no tenemos minas de plata, tendremos que esperar y ver donde nos lleva esta conquista al revés.
El siguiente paso evidente es comprar algún medio de comunicación. O ¿No le hará falta? ¿Lo tendrá ya? ¿Se le habrán entregado con armas y bagajes?
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