Un hombre bueno, sencillo, aficionado cabal y conversador infatigable.
Se me sentó delante hace menos de un mes para decirme mirándome a los ojos que tenía cáncer y que se negaba a la quimio o a la radio. Le admiré por su entereza, le di un abrazo y quedamos para tomar algo alguno de los días buenos que tuviese.
"No se cuanto, si 6, 8 o diez meses" me dijo Ni uno, en el primer lance de esta faena que se sabía complicada, el morlaco con el hierro del cangrejo se lo ha llevado. No podrá disfrutar de su querido Alejandro Pavón en la feria de Zufre.
Adiós amigo, tu recuerdo queda en mi corazón.
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