....He leído el interesante libro «Los Derechos del Toro de Lidia» del profesor noruego Mölem Gravson y en sus muchos artículos no aparece el de morir en las dehesas como un chulo de pastos, bellotas y piensos enriquecidos. De aplicarse tan extravagante derecho, ya habrían desaparecido de la piel de España los toros bravos, siguiendo a sus arruinados ganaderos y cuidadores, veterinarios, mayorales y guardas jurados y sin jurar, en la cola del paro. El toro bravo no se reproduce por la exclusiva pasión que la naturaleza procura y la selección natural de sus machos y hembras. Es el hombre el que analiza, el que cruza y el que acierta o yerra a costa de su bolsillo, que en los últimos años no puede calificarse de boyante. El toro de lidia es un maravilloso animal de laboratorio, la consecuencia de siglos de estudio y extremado cuidado, y el principio y fin de una Fiesta que ha inspirado joyas de la Poesía, la Novela, el Cine, la Música, la Pintura, el Dibujo, la Escultura y el Ensayo de creación universal. El toro bravo nace para morir en la plaza después de componer, junto al hombre, una danza sosegada y profunda del arte en movimiento, con la muerte de testigo, siempre presente. No tiene otro sentido su vida, y de prohibirse la Fiesta, el toro bravo dejaría de existir en una generación.
Leer completo aquí http://www.larazon.es/detalle_opinion/noticias/3069851/opinion+columnistas/chulos-de-dehesas#.UgKoAeGdCf5
No hay comentarios:
Publicar un comentario