El Juli se va entre la rechifla.
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Tras dos años de ausencia, Julián López El Juli regresó a San Luis Potosí pero salió con las manos vacías.
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Tras dos años de ausencia, Julián López El Juli
SAN LUIS POTOSÍ, San Luis Potosí.- En su regreso a México tras dos años de ausencia, El Juli dio muestras de su maestría, sin embargo termino por retirarse entre silbidos de la Plaza Monumental ElPaseo, ante la entrega y valor de los mexicanos Fernando Ochoa y Arturo Macías el Cejas, que se rifaron ante astados rajados y de mucho peligro de la ganadería de La Estancia, de los que el madrileño termino por no querer saber nada.
El michoacano Fernando Ochoa, abrió plaza y mostró poco con la capa, sin embargo ya con la muleta, demostró porque apenas en agosto pasado fue el triunfador de la feria indultando un toro, buenas tandas de derechazos y un susto al pasar por naturales. Mató de estocada tendida y cortó una oreja.
En su segundo, tuvo que ir a buscarle la cara a un toro que quería huir y terminó por ser cogido sin consecuencias graves, para regresar a terminar con su enemigo y salir al tercio.
Julián López El Juli, brindó el toro de su regreso a tierras mexicanas a la afición potosina y logró correrle la mano de manera importante por ambos lados, demostrando por qué es una figura del toreo, mató de estocada entera, un poco trasera y cortó un apéndice.
En su segundo enemigo, desde la capa no hubo mucho, El Juli trató de meterlo al engaño y terminó por no conseguirlo, la tarea con la muleta fue un poco más difícil, logró cuajarle un par de buenas tandas pero teniendo que buscar la cara de su enemigo, la desesperación llegó y mientras el madrileño únicamente cumplía, pasaportando a su enemigo, el tendido le respondió con una silbatina que se repitió cuando dejó la plaza.
Arturo Macías El Cejas, tenía una deuda pendiente con la afición potosina desde el Serial de Feria y desde su primero salió a comerse el mundo, toreó bien por verónicas, después quite por gaoneras, comenzó faena con el péndulo y se echó el público a la bolsa, cuajó una excelente faena y lamentablemente dos pinchazos le quitaron los trofeos.
En su segundo, dejo correr el burel cuatro veces por todo el anillo, recibiéndole en cada una con farol de rodillas, luego otro par de lances de hinojos y después quite por chicuelinas. La faena inició por pases por alto, buenas tandas, pases en redondo y de nuevo la rodilla al piso, la gritería era impresionante y el "torero, torero", ya no dejó de sonar, a pesar de pinchar y dejar una completa, el público exigió dos orejas para el hidrocálido, que se convirtió en el triunfador y la figura de la noche.
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