SU REFERENTE, JOSELITO EL GALLO
●Desde pequeño siempre me gustó saber todo lo que había sucedido a lo largo de la historia del toreo, cómo habían sido las figuras de todas las épocas, cómo fue evolucionando el toro bravo, cómo y por qué ocurrieron exactamente los acontecimientos… Me he pasado horas y horas leyendo libros y viendo vídeos antiguos y modernos de todos los toreros. Y de lo que ocurre ahora, también. Sigo atentamente las temporadas de mis compañeros. Además, me preocupa la marcha de todas las ganaderías. Estoy mucho en el campo y no solo en el mío. En el toro está siempre el quid de la cuestión. Es la clave de todo.
●Joselito El Gallo, junto con Belmonte, es una referencia para los toreros. Me identifico en muchas cosas con él. Cuando llegó al toreo había muchas cosas por hacer, desde las plazas de toros hasta la organización de cuadrillas, los apoderados, los veedores. Todo le interesaba y la gran estructura moderna del toreo se la debemos a él y en lo que se refiere a la relación con el toro me identifico mucho con su persona, con ese afán que tuvo de perseguir un toro cada vez más bravo con embestidas mejores.
LA EVOLUCION DE EL JULI
●Siempre tuve dentro de mí ese propósito de evolucionar. Pero al principio las circunstancias eran otras. Había que triunfar siempre y sin descanso. Sumar y sumar corridas y cuantas más orejas mejor, como fuera. Reconozco que esos primeros años triunfé clamorosamente casi todas las tardes, pero no sabía por qué. Ahora es cuando disfruto más que nunca. Ahora sí que sé por qué triunfo y por eso interiorizo tanto mis sentimientos y satisfacciones. Pero siempre pensé en que tenía que lograr torear como lo hago desde hace algún tiempo. En Sevilla, afortunadamente, lo han descubierto en esta feria a la que he llegado con más afición y moral que nunca.
●Vino todo como consecuencia de los cambios que se produjeron en mi vida profesional. Yo no estaba contento y satisfecho con mi situación. Dejó de interesarme la simple acumulación de triunfos porque empezaron a parecerme vacíos de contenido a pesar de lo mucho que disfrutaban los públicos conmigo. Fue exactamente a raíz de apoderarme Roberto Domínguez, alguien enormemente locuaz y sabio. Enseguida me identifiqué totalmente con Roberto. Fue el primero en comprender mis dudas y en compartir mis deseos e ilusiones más íntimas. Roberto sabía tan bien como yo que, en cuanto me lo propusiera, conseguiría convertirme en lo que soy.
●Fue algo muy, muy difícil para mí. Y también para la gente que no entendía nada. Yo notaba la impaciencia del público. Entiendo que no se explicaran un cambio tan repentino todavía sin solución palpable. Tampoco aceptaron muchos que dejara de banderillear. Los muchos que ni siquiera adivinabas cuales eran mis verdaderas intenciones, no entendían qué luchara por buscaba conseguirlo un día tras otro sin que lo que me proponía interiormente resultara medianamente lucido. Me veían extraño, como si no fuera yo, con mi alegría y entusiasmo perdidos. Fueron casi cuatro años el tiempo que duró mi transfiguración profesional.
●Nunca lo podré olvidar. La tarde del mano a mano con Curro Vázquez en la corrida de su definitiva despedida en la cubierta de Vista Alegre en Madrid.
Fue una tarde muy importante para mí. Y no solo por la satisfacción que tuve al sentirme finalmente realizado como gran muletero. Aquella faena tan redonda y contundente con el magnífico toro de Victoriano del Río, valió para que la gente del toro empezara a creer en mí sin ninguna duda. Todos empezaron a darse cuenta de que el cambio había sido para bien, para mejorar. A partir de esa tarde, noté que todos los profesionales apostaban siempre por mí.
EL MOMENTO ACTUAL
●Lo que hoy persigo es que lo que hago en la plaza fluya de la manera más natural posible. La técnica la tengo asimilada muy dentro de mí y quiero que esos momentos vayan surgiendo en el ruedo de la forma más intuitiva posible, que el corazón te marque como tienes que torear, con cabeza, pero con el corazón por delante. De hecho, cuando uno está a gusto no piensa en la técnica; es el sentimiento el que te dicta cómo has de torear
●Me quedan muchas cosas que conseguir. Yo soy un inconformista nato. Esto de ahora ha sido un paso más en mi carrera. Claro que seguiré dándolo todo. La íntima convicción de continuar toreando es lo que más me motiva y me ayuda para progresar más y más cada tarde, cada año…
●Ahora mismo me reconozco dueño de mi propia carrera. Reconozco que he vivido una época que fui consciente de la oportunidad que me había ofrecido la vida y la aproveché. Pero no fue una cosa que elegí en ese momento. Ahora mismo sí me siento dueño total y absoluto de mi trayectoria.
LAS RELACIONES, EN EL RUEDO
● A lo largo de los años que llevo en esto, me he dado cuenta de que el triunfo de una figura nunca es el fracaso de los otros. Ni mis triunfos ni los de nadie pueden contemplarse ni medirse con los errores de los demás. Envidia no he tenido nunca. Lo que siento es admiración, sobre todo por lo que yo no me veo capaz de hacer. Me alegran mucho los éxitos de mis compañeros y, no digamos, los de mis amigos. Los gozo tanto o más que los míos. Es muy importante y beneficioso reconocer lo bueno que hacen los demás.
●Me gusta más alternar con los que más me motivan y aprietan. Pero yo tengo mucho margen respecto a los gustos. Acepto todos los registros. El valor, la entrega, la cadencia, el ritmo, la facilidad, el arte… Yo no me cierro a nada. Siempre hay cosas que se hacen bien desde todos los puntos de vista, siempre que se hagan con entrega y sinceridad.
LAS GRANDES TARDES, LOS PREMIOS
●Al cabo del tiempo, los toreros vivimos del recuerdo de lo que hicimos, no de las orejas que cortamos. Y así, no me importó que en mi primera corrida de la feria en Sevilla, solo me dieran una oreja por mi primera faena. Lo importante fue que ahí quedó para el recuerdo de los que la disfrutamos. Los aficionados, yo lo soy tanto como el que más, casi nunca hablamos de las orejas que consiguió tal o cual torero en determinadas actuaciones. De los que hablamos es de cómo estuvo, de cómo fueron las faenas, de cómo mató a los toros, de lo bien que anduvo con el capote…
●Cuando estás en eso algunos llaman “estado de gracia”, también con los toros malos lo ves todo más fácil y resuelves sin dudarlo. Es verdad que este estado es un extraño privilegio en el que todo parece salir de cara, incluso en los momentos más complicados de solucionar. Por eso precisamente lo llamáis estado de gracia. Claro que también los hay de desgracia. Yo también he pasado por esto. Pero en un torero todo esto está íntimamente relacionado, por eso también se necesita tener una felicidad personal, que te permita pensar solamente en el toreo.
LOS TOROS
●Como es natural a mí me gustan Los toros que embistan. Lo mejor de las ganaderías de encaste Domecq que, por algo será, es la sangre predominante. Aunque, a veces sufran baches, siempre salen algunos toros extraordinarios. Incluso de las vacadas que están en mal momento. También me gusta el ritmo con que embisten los toros que proceden de Santa Coloma.
EL MIEDO
●Miedo, siempre paso mucho. Terror y pánico, la verdad, nunca los he sentido. Pero el miedo es necesario sentirlo porque nuestro arte, sin miedo, no sería tan apasionante como es. El miedo le da un baño especial al toreo. Sin miedo, no sería lo que es. No sé exactamente cómo explicarlo. El miedo da una pátina distinta al arte del toreo. Y en cuanto al pánico, si lo padeciera no sería torero. Y si lo sintiera, no podría torear bien.
LAS PROHIBICIONES
●Con la prohibición Cataluña perderá, primero, el sentido de libertad, por el que tantos años se ha luchado. La prohibición no va con la época en la que vivimos. Y también se perdería todo un proceso cultural de Cataluña que viene de muchísimos años.
●En este país existe una doble moral enorme. Se dice esa barbaridad de que los toros es una mala influencia para los niños; yo que he ido desde que tengo uso de razón a las corridas me considero una persona completamente normal. Se prohíbe a los niños que vayan a los toros y en cualquier televisión a las dos de la tarde se emiten programas violentos o de cuestiones del corazón que son indignantes.
●En este país existe una doble moral enorme. Se dice esa barbaridad y yo que he ido desde que tengo uso de razón a las corridas me considero una persona completamente normal. Se prohíbe a los niños que vayan a los toros y en cualquier televisión a las dos de la tarde se emiten programas violentos o de cuestiones del corazón que son indignantes.
LA CRISIS Y RESPONSABILIDAD DE LOS TAURINOS
●Siento que los taurinos hemos pecado de conformismo. Nadie imaginaba que eso pudiera suceder y reaccionamos tarde porque no estábamos organizados ni unidos para responder. Con todo, la noticia ha servido para que los profesionales empecemos a preocuparnos por nuestro futuro.
●El mayor pecado del mundo del toro es no habernos sabido adaptar a la sociedad de nuestros días. Somos un mundo endogámico y hermético que nos expresamos en un lenguaje en el que no nos entienden, que siempre vivimos mirando al pasado. En definitiva, nos hemos aislado. No hemos sabido transmitir la grandeza del espectáculo y nos han terminado dando de lado desde la juventud hasta la televisión. Los adolescentes españoles ya no se miran en el espejo de los toreros. Nos hemos encerrado en nuestros pequeños universos, en nuestras fincas. Ya no somos referentes sociales, ni personajes ejemplares, ni mucho menos ídolos para la juventud por mucho que nos juguemos la vida. También le digo que algunos compañeros han dado una imagen frívola en los medios de comunicación que nos ha ayudado poco. Han sido un lastre.
●No digo que sociedad no se haya ´destaurinizado´, pero las opciones que tenemos al alcance de la mano son infinitamente superiores a las de tiempos pasados. Además, no olvide que somos el segundo espectáculo de masas del país, que generamos cerca del 1,5% del PIB de España y cerca de 200.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Que más de 5.000 municipios programan festejos taurinos y que el Estado recauda por el IVA algo más de 41 millones de euros; por encima del cine, el teatro, la danza. Más que ´destaurinizados´, diría que los españoles nos comparten con otras muchas opciones y aficiones culturales.
●El toreo es del pueblo y los toreros pertenecemos al público. El toreo no tiene banderas, ni ideologías. Otro asunto es lo que cada uno de los toreros vote el día de las elecciones, pero el toreo nunca se ha decantado por unas siglas políticas. Que lo hayan querido utilizar políticamente es otro asunto.
EL PAPEL DE LAS FIGURAS
●El G 10 surgió de forma natural, entre los callejones y los hoteles. Tras lo sucedido en Cataluña creció una inquietud, una preocupación por lo delicado de la situación. Hablamos mucho y al final vimos que era el momento de dar un paso adelante, de valernos de nuestra representatividad social para defender el toreo. Nuestro objetivo es blindar políticamente el toreo. Por eso es necesaria la declaración de la Fiesta como Bien de Interés Cultural y, por tanto, tener transferidas las competencias en materia taurina al Ministerio de Cultura.
●Los toreros sentíamos que el toreo estaba inmerso en una guerra política entre partidos, una batalla que nada tiene que ver con nosotros. Precisamente por eso hemos sido moneda de cambio y víctimas de lo sucedido en Cataluña. Debíamos evitar que el toreo fuera de la mano de uno u otro partido, debíamos lograr que los políticos de todos los colores y nosotros remáramos en la misma dirección. Además, tenemos pendiente la reestructuración del mundo del toro. Plantear nuestros propósitos a todos los profesionales que integramos el sector y que sea una sola institución, en este caso la Mesa de Toro, la que hable por boca de todos los estamentos.
LOS TOROS, EN CULTURA
●Desde que tengo uso de razón y pertenezco a este mundo siempre he escuchado a todos los profesionales demandar el paso a Cultura. Sin embargo, nadie era capaz de explicarme las razones por las que continuábamos perteneciendo a Interior. Alguno te razonaba que nuestra dependencia de Interior tenía que ver con el miedo a las alteraciones de orden público, ¡pero si el espectador taurino es el más pacífico del mundo! Lo que necesitamos es difusión, promoción, diálogo entre artistas, acercamiento a otras disciplinas, incentivos fiscales. ¿Qué mejor que el ministerio que anualmente premia con la Medalla de las Bellas Artes a los toreros?
●El arte es independiente del dinero. El dinero no hace que los toreros toreemos mejor ni peor. La crisis es una situación global que, evidentemente, al mundo del toro le afecta. El mundo del toro ahora mismo no recibe ayudas y de hecho tiene muchísimos costes y muchísimo IVA. Se pagan muchos impuestos que no se reinvierten en este mundo. Tendría que pagarse menos IVA. El primer gran paso es pasar al de Cultura, y el segundo la unión de todos los estamentos del mundo taurino en un interés común, que es la defensa de la fiesta.
LA TELEVISION
●Soy partidario de la televisión y plenamente consciente de que lo que no sale en la televisión, no existe. Recuerde lo que le pasó al baloncesto. Ahora bien, la mayor parte de los festejos se retransmiten en cerrado, en la modalidad de pago por visión. Salvo por algunas televisiones autonómicas, las cadenas públicas han vuelto la espalda al toreo, ahí está TVE. Pero todo llegará. Lo que hay que hacer es cuidar la calidad del espectáculo que se emite y cuidarnos un poquito más a los protagonistas.
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