Otra anécdota onubense de Joaquín Herrera del Rey, en esta ocasión del picador, diz que de la tierra Camilo González, " el Tremendo".
Foto Paco Bolaños
Hace casi un siglo actuaba en la plaza de toros de Huelva el popular y modesto picador de la localidad Camilo González el Tremendo. Se lidiaba una novillada grande y con mucho poder. El cuarto astado que salió aquel día era una catedral. Bravo de una pujanza extraordinaria y con leña en la cabeza.
Cuando llegó el momento de picarlo Camilo, un tanto pálido, dirigióse en busca del terrible morlaco, pensando lo poco que iba a durar encima de la cabalgadura. En efecto, en una pavorosa acometida arremetió el cornúpeta contra caballo y jinete, levantando a ambos. El Tremendo se dio una formidable costalada, quedando en la arena medio conmocionado.El público aplaudió la bravura y fuerza de tan hermoso novillo, deseando se le pusiera la segunda vara.Los monosabios levantaron del suelo al muy magullado Camilo y con toda presteza lo subieron al caballo, pero con los nervios y la precipitación lo subieron montado al revés.
Nuestro hombre atónito y atontado intentó agarrarse al cuello del caballo en el momento que un monosabio le decía: «al toro Camilo que no ha sido ná...»Abrio los ojos El Tremendo y exclamó desde su asombro: «que no ha sido ná, ¡mardita sea! y le ha quitao er toro la cabeza ar caballo...»
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