miércoles, 21 de enero de 2009

El Periquito, el Rabia, Espartaco, el Cid, Lagartijo, El Pipo, Curro Vazquez


Más de apodos toreros.
Seguimos con los alias, los nombre artísticos. Hay un detalle de suma importancia cual es la persona que impone el sobrenombre, no es lo mismo que lo imponga un maletilla, que sea el mismo Pasmo de Triana el que se entretenga en bautizarte, es un poco como el padrino de esa ceremonia.
Periquito, el infortunado subalterno, por cierto no sabemos como anda después su cogida de Tarragona de hace años (por las mismas fechas día que Julio Robles quedaba invalido), Carlos Romero "Periquito" , al que el alias no le hacía gracias, cuenta que : "mi apodo surgió nació cuando yo tenía 11 o 12 años e iba al tentadero de don Juan Belmonte y cuando me acercaba a la becerra dando saltitos, gritaba: 'Dejad a Periquito, dejad a Periquito'. Y en Periquito me quedé" y cualquiera le rectificaba al de Gómez Cardeña.

Ha habido toreros con "historia", hubo un Nerón y hasta un Napoleón o los más recientes, Espartaco y el Cid que han aprovechado las circunstancias y que el Pisuerga pasa por Valladolid, El Cid, Manuel Jesús, aprovecha su apellido y es más lucido que el alias de su hermano mayor que se anunciaba "el Paye" .
Ese genio del marketing y autor de una de mis frases preferidas "hay que ver la cantidad de langostinos que tiene que comer uno, para poder llevar las habichuelas a casa", El Pipo, claro, por cierto un hombre culto y de posibles, le impuso a Antonio Ruiz, criado en la finca de Belmonte, ese sobrenombre cuando lo apoderaba, aprovechando la raíz sonora del pueblo de los Ruiz, Espartinas, y ligándolo con la película de moda en aquel 1961, Espartaco, de Stanley Kubrick con Kirk Douglas y Laurence Olivier, cuentan que lo vendía a las empresas : "Este será el mejor gladiador del toreo, como Espartaco en Roma".


Rafael Sánchez, El Pipo, se apodaba así por su padre, ya comerciante de mariscos en Córdoba a principios de siglo.

Por cierto, en los setenta toreó en Huelva un chaval llamado Manolo Vazquez, al que apoderaba el Pipo, toreó una novillada con Santi Ortiz y formó un lío tal que repitieron el domingo siguiente, para contar y no parar la campaña que desplegó el apoderado cordobés en el Comercial, el Patrón el Pelayo a favor del chaval de Linares.

Curiosamente, hablando de alias, Manuel Antonio Vazquez Ruano, se anunció en Huelva como Manolo Vazquez y luego se cambió el nombre para pasar a ser Curro Vazquez, hoy apoderado de Cayetano, además de tío postizo.

Siempre me ha llamado la atención un nombre en el toro: el Rabia, o Rabioso, al subalterno sanluqueño Manuel Morales le conocen por El Rabioso. no porque les tenga coraje a los toros o estuviese enfadado con el mundo, sino porque su familia tenía una finca llamada La Rabia, en Sanlúcar de Barrameda: "Yo me crié en ella, y a partir de ahí me decían: 'Ése es el de La Rabia, El Rabioso"

Uno de los califas cordobeses, Lagartijo (Rafael Molina) se empezó anunciando como "el Chico" dice la revista La Lidia que luego fue Lagartijo y que lo apodaron así "por su agilidad, porque se movía como una lagartija" Por cierto el padre de Lagartijo, Manuel Molina, se apodaba "el Niño de Dios", eso es un alias y lo demás es tontería.

Y hablando de Lagartijo una guasa madrileña:

Dice en un cartel que se fija
en la calle del espejo:
'Toros de Colmenar Viejo.
Matadores: Lagartijo,
Gallo, Lobito y Conejo'.
Y uno que el anuncio ve
así murmura enseguida:
aseguro por mi fe,
que eso no es una corrida,
sino el arca de Noé.


Por esta noche ,vamos servidos ¿No?

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